NUEVA DEHLI, India.- Un curandero confesó hoy haber llevado a cabo más de 250 abortos, una práctica prohibida en la India, después de que la policía encontrara ayer ocho fetos en un tanque de aguas residuales de su clínica.
"El acusado ha confesado que ha practicado más de 250 abortos de fetos femeninos y que ha perdido la cuenta del total de casos", dijo el comisario Rampal Singh a la agencia india IANS.
Sabiendo que las pruebas de determinación de sexo del feto son ilegales en la India, el curandero ocultó presuntamente sus actividades fraudulentas con un cartel en su clínica diciendo que el centro no practicaba dichos test.
"Cobraba entre 1.000 y 1.500 rupias por cliente (unos 19 mil pesos). Tras practicar el aborto, tiraba los fetos al tanque de aguas residuales", añadió el funcionario.
Tras recibir una denuncia del Departamento de Salud, la Policía envió a una falsa paciente a la clínica, donde el curandero la sometió a un test de determinación del sexo del bebé y fue detenido.
El acusado que, ya había sido multado por ejercer la medicina con un título falso y por posesión de drogas, se enfrenta ahora a la acusación de prácticas ilegales en un país donde el aborto femenino se ha convertido en un auténtico problema que amenaza el equilibrio entre ambos sexos.
El feticidio y los asesinatos causan cada año la "desaparición" denunciada por la UNICEF, de dos millones y medio de niñas, sobre todo en las áreas más desarrolladas y mejor alfabetizadas del país.
En su lucha por atajarlo, el Gobierno ha apostado recientemente por fomentar la adopción y ha propuesto incluso la instalación de cunas en todos los distritos del país para que los padres abandonen a sus hijos no deseados.
"No me importa si la medida puede incentivar el abandono de las niñas. En cualquier caso es mejor eso que matarlas", dijo en febrero la ministra de la Mujer y el Desarrollo infantil, Renukha Chowdhury.