BUENOS AIRES.- El matrimonio Kirchner no es invencible en las elecciones presidenciales de octubre, dijo el miércoles el líder de centroderecha argentino Mauricio Macri, aunque aseguró que ve imposible que la oposición se unifique detrás de una sola candidatura.
Macri, que fue elegido el domingo nuevo alcalde de Buenos Aires tras derrotar por un amplio margen al candidato del presidente Néstor Kirchner, aseguró que la población argentina ahora sabe que existen otras alternativas y que no dudará en elegirlas.
A más de cuatro años de asumir la presidencia, Kirchner mantiene una imagen positiva superior al 50 por ciento, pero aún medita si se presenta a la reelección o si empuja la candidatura de su esposa, la senadora Cristina Fernández.
Los sondeos indican que los dos ganarían cómodamente la primera vuelta del comicio de octubre, pero Macri advirtió que en Argentina cinco meses "son una eternidad".
"Creo que es posible una renovación en octubre. La gente en este país crece y cada vez es más exigente, muestra evolución, no da más cheques en blanco, por lo cual si hay una propuesta superadora puede tener la posibilidad de competir con chances en octubre", dijo Macri a corresponsales extranjeros.
Hasta último momento Macri dudó entre presentarse como candidato a presidente o buscar la alcaldía de Buenos Aires, y durante el año pasado realizó un infructuoso trabajo para unir a los líderes de la oposición detrás de una única candidatura.
Ahora debe elegir entre su antiguo aliado Ricardo López Murphy, un economista liberal que asegura que contará con el apoyo de Macri para las elecciones presidenciales de octubre; o el ex ministro de Economía de Kirchner, Roberto Lavagna.
Macri reiteró que se tomará unos días antes de decidir a quién apoyará en las elecciones, pero afirmó que ya no hará más esfuerzos por unir propuestas.
"A esta altura, después de haber trabajado antes de empezar la campaña nacional durante muchos meses, pienso que es imposible que se unifique la oposición detrás de una única candidatura", aseguró.
A lo largo de una extensa rueda de prensa, el millonario empresario reafirmó sus posiciones básicas respecto de la necesidad de reducir el nivel de protestas en las calles, controlar la inflación y garantizar la inversión para evitar problemas energéticos como los que sufre ahora el país.
Aseguró que más allá de buscar ampliar su partido, llamado PRO, a todo el país, es consciente de que su gran oportunidad política yace en la ciudad de Buenos Aires, y que una buena gestión lo acercaría a una candidatura presidencial para el 2011.
?Derrota oficialista?
Macri dio una nueva estocada al Gobierno al asegurar que los Kirchner pueden ser derrotados en octubre, a sabiendas de que sus palabras llegan a millones de argentinos tras el arrollador triunfo del domingo.
"Hay más gente que empieza a pensar que este gobierno ha sido un gobierno de transición, debe ser reemplazado por un gobierno que proponga una agenda de pacificación interna, de generación de consensos hacia adentro y de una mejor relación con el mundo", concluyó.
Kirchner y Macri mantuvieron el miércoles su primera reunión tras los resultados electorales del domingo, donde acordaron como prioritario avanzar en el plano legislativo para que la capital argentina tenga su propia policía, que en la actualidad depende del Gobierno nacional.
"Fue una reunión cordial, siento que se abrió una instancia de diálogo" positiva con una agenda de trabajo a desarrollar, dijo Macri a la prensa.
El presidente fue muy crítico hacia Macri durante la última campaña electoral, a lo que el alcalde electo restó importancia.