ROMA.- El Papa Benedicto XVI lamentó hoy la matanza de 11 legisladores colombianos secuestrados hace más de cinco años por la mayor guerrilla izquierdista de Colombia, y pidió la liberación del resto de los rehenes.
Los 11 diputados fueron secuestrados en el 2002 por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y, según la guerrilla, fueron muertos en fuego cruzado durante un ataque al campamento donde se encontraban.
El Pontífice rezó por el fin del "odio fratricida" en Colombia y se unió el dolor de los familiares de las víctimas.
"Renuevo mi apelación de que todo tipo de secuestros cese inmediatamente y que todas las víctimas de esas inadmisibles formas de violencia sean devueltas a sus familias", dijo a la multitud congregada en la Plaza de San Pedro.
Los legisladores -secuestrados desde la sede de la asamblea departamental en la ciudad de Cali- eran parte de las cerca de 60 personas que las FARC mantienen secuestradas en las selvas de Colombia, entre ellas la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt.