Padres de Madeleine McCann: "Es realmente difícil no tenerla cerca"

LISBOA.- Los padres de Madeleine McCann afirmaron hoy que continuarán con su campaña para encontrar a su hija de 4 años, quien se encuentra desaparecida desde hace dos meses, pero agregaron que su vida es difícil sin ella.

"Es difícil. Cada día es muy, muy difícil", dijo Gerry McCann en una entrevista con un medio portugués.

El padre de "Maddy" agregó que tanto él como su esposa cada día sienten la ausencia de la pequeña, quien desapareció el 3 de mayo pasado en un hotel de Praia da Luz en la región del Algarve portugués.

"La campaña es algo secundario. La única cosa realmente importante para nosotros es tener a Madeleine de vuelta y esperamos que lo que estamos haciendo aumente las posibilidades de hallarla", dijo Gerry McCann al canal S.I.C. Noticias.

"Ella tiene una personalidad fuerte (...) es realmente difícil para nosotros no tenerla cerca", agregó.

En su campaña por hallar a "Maddy", los McCann han viajado a España, Alemania, Holanda y Marruecos. También visitaron el Vaticano, donde el Papa Benedicto XVI les dio su bendición.

Policía continúa investigando

Mientras tanto, la Policía Judicial portuguesa, que ha recibido centenares de pistas desde diversos países, considera que la clave de las investigaciones continúa en Praia da Luz.

La Policía ha ido desechando las pistas internacionales, como las facilitadas por el periodista español Antonio Toscano, quien explicó a las autoridades portuguesas su teoría de que la niña está viva y fue raptada, para ser vendida por un hombre conocido en los medios de pedofilia como "El Francés".

Inspectores de la Policía regresaron ayer a Portugal después de investigar durante varios días en España la implicación del ciudadano italiano Danielo Chemello y la portuguesa Aurora Pereira, detenidos el pasado 28 de junio y relacionados por la policía con un intento de cobrar la recompensa que ofrecen los padres de Madeleine.

Éstas son las únicas detenciones realizadas en torno al caso, que en Portugal tiene como único sospechoso oficial a un ciudadano británico de 33 años, nunca detenido e identificado sólo extraoficialmente, y que reside con su madre en una casa cercana al hotel donde desapareció la menor.