ISLAMABAD.- Comandos suicidas atacaron hoy una jefatura policial y una caravana militar en el noroeste de Pakistán, matando al menos a 38 personas en un área considerada un bastión de la red terrorista Al Qaeda y de la milicia religiosa talibán.
Por otra parte, milicianos islámicos de la provincia de Waziristán del Norte, donde operan insurgentes de Al Qaeda y de la milicia religiosa Talibán, anunciaron hoy que derogaban un acuerdo de paz con el gobierno firmado hace 10 meses.
Abdula Farhad, vocero de los rebeldes, dijo que cancelaban el acuerdo porque fuerzas del gobierno los atacaban, no pagaban compensación a los damnificados de ofensivas militares y creaban problemas en puestos de control.
El ministro del Interior de Pakistán, Aftab Sherpao, dijo que ataques contra fuerzas de seguridad en días recientes anticipaban las intenciones de los rebeldes.
Un atacante suicida hizo estallar hoy sus explosivos en una jefatura policial en el noroeste de Pakistán, matando a 20 personas e hiriendo a 35, dijo el agente de policía Mohamed Aslam.
Horas antes, dos atacantes suicidas y una bomba colocada al costado de un camino destruyeron una caravana militar en el noroeste de Pakistán, matando a 18 personas e hiriendo a 47, dijo un funcionario que pidió no ser identificado, pues no estaba autorizado a hablar con la prensa.
Previamente, el general Wahid Arshad, vocero del Ejército, dijo que en el atentado en la provincia de la Frontera Noroccidental murieron 11 soldados y tres civiles.
"Éstos fueron dos ataques suicidas en los que se usaron dos camionetas, así como un artefacto explosivo improvisado", dijo Arshad.
El comando suicida en el último ataque hizo estallar explosivos entre docenas de personas que estaban tomando exámenes médicos y escritos a fin de ingresar en la policía de Dera Ismail Khan, situada cerca de una región tribal donde operan los guerrilleros islámicos, dijo el agente de policía Gul Afzal Afridi.
"Fue un ataque suicida. El atacante circuló entre decenas de personas reunidas para hacer las pruebas y el examen físico", dijo Afridi.
Más de 150 personas se hallaban en la jefatura policial cuando se realizó el ataque suicida en que murieron 20 personas y otras 35 fueron heridas, algunas de gravedad. Afridi dijo que se había encontrado la cabeza cercenada de un hombre, al parecer del atacante suicida.
El hecho más reciente de violencia siguió a la muerte ayer de 24 soldados en un ataque suicida contra otro convoy en el noroeste.
El gobierno ha emplazado a miles de efectivos en la región, luego que grupos extremistas han convocado a una guerra santa para vengar la irrupción sangrienta de las fuerzas gubernamentales en la Mezquita Roja de Islamabad, la semana anterior.