La negativa de Rusia a extraditar a Andrei Lugovoi (en la foto) por el asesinato de Alexander Litvinenko ha provocado un conflicto diplomático con Gran Bretaña.
APMOSCÚ.- Rusia preparaba su respuesta hoy, tras la decisión de Gran Bretaña de expulsar a cuatro diplomáticos rusos por el caso Litvinenko, que desencadenó una "guerra diplomática" entre ambos países.
El martes al mediodía, un día después del anuncio británico, Rusia todavía no había revelado su respuesta, aunque a partir del lunes advirtió que tendría "consecuencias muy serias" en las relaciones bilaterales.
"Habrá una declaración alrededor de las 17H3O en el ministerio", indicó el servicio de prensa del ministerio ruso de Relaciones Exteriores, sin precisar quién intervendría ni en qué forma.
"Yo creo que ellos estudian lo que pueden hacer y que reaccionarán un poco después, pero es indudable que la respuesta será fuerte", afirmó Fedor Lukianov, jefe de la redacción de la revista Rusia en la Política Mundial, al ser interrogado por la AFP en Moscú.
Numerosos analistas esperan la expulsión de un número equivalente, o incluso superior, de diplomáticos británicos. "La respuesta podría ser más fuerte y Rusia podría expulsar a un número mayor", opinó Lukianov.
"Si los rusos lanzan represalias de envergadura, la respuesta británica será aún más fuerte", pronosticó por su parte John Eyal, un experto del Instituto Real de los Servicios Unidos para los Estudios de Defensa y Seguridad, en declaraciones a la AFP.
Una reacción virulenta de Rusia parece previsible, pues las autoridades rusas se han mostrado muy enérgicas en los últimos tiempos en sus relaciones con Occidente, ya se trate del escudo antimisiles norteamericano, la extensión de la OTAN hasta sus fronteras, o las relaciones con la Unión Europea.
El ministro británico de Relaciones Exteriores, David Miliband, anunció el lunes la expulsión de esos cuatro diplomáticos después de que Rusia se negara a extraditar al principal sospechoso del asesinato de Alexander Litvinenko, un ex agente ruso y opositor del Kremlin, fallecido en Londres en noviembre pasado.
Según la prensa rusa, Gran Bretaña declaró una "guerra diplomática" a Rusia al decidir expulsar a cuatro diplomáticos y revisar su cooperación con Rusia en materia de visas.
Si bien algunos periódicos se muestran más comprensivos respecto a la posición británica, todos ellos se indignan ante la sugerencia del Foreign Office a Rusia de enmendar su Constitución para permitir la extradición de un ciudadano ruso.
"La propuesta de Gran Bretaña de cambiar la Constitución rusa para el caso Litvinenko recuerda al período colonial", comentó el cotidiano de negocios Vedomosti.
Por su parte, la prensa británica apoyó el martes la decisión de Gran Bretaña de expulsar a los diplomáticos, aunque advirtió el peligro de un retorno a los callejones sin salida de la Guerra Fría.
"La confrontación no beneficia a nadie. Pero permitir que se lleven a cabo asesinatos en las calles de Londres tampoco", señaló The Guardian (centro izquierda).
Por su parte, el Daily Telegraph (conservador), que considera la decisión británica como "una respuesta mínima a la negativa de Rusia" de extraditar a Lugovoi, espera que "el gobierno no se sorprenda si las sanciones se extienden a las compañías británicas en Rusia".
The Sun (el tabloide más vendido) opina que se trata "de la principal prueba para los nervios europeos desde la Guerra Fría".
El principal sospechoso del asesinato de Litvinenko, Andrei Lugovoi, un ex miembro del KGB que ahora se dedica a los negocios en Moscú, continuó manifestando la misma tranquilidad, como si fuese indiferente a la tormenta diplomática que existe alrededor de su persona.
"En lo que a mí respecta, la decisión de Gran Bretaña no tiene ningún efecto sobre mi vida. Mi familia y mis negocios están en Rusia, y no tengo ninguna intención de ir a ningún lado, me siento bien aquí", declaró en una entrevista publicada el martes en el diario ruso Izvestia.