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Socorristas ayudan a damnificados y crece polémica sobre seguridad nuclear

Más de mil policías y bomberos continúan buscando entre las ruinas de cientos de edificios destruídos.

17 de Julio de 2007 | 06:43 | AFP
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Los daños materiales que dejó el terremoto son cuantiosos.

EFE

KASHIWAZAKI.- Los socorristas se esforzaban el martes por ayudar a miles de damnificados, mientras aumentaba la polémica sobre la seguridad nuclear un día después de un terremoto que dejó nueve muertos y un millar de heridos en el centro de Japón.


El gobierno reprendió a la dirección de la compañía eléctrica Tepco después de un incendio y un pequeño escape radioactivo en su central de Kashiwazaki-Kariwa, una de las mayores del mundo.


Más de mil policías y bomberos continuaron buscando entre las ruinas de cientos de edificios destruidos por el principal movimiento telúrico del lunes, que tuvo una magnitud de 6,8 en la escala abierta de Richter.


Una persona desapareció. "Se están llevando a cabo intensas operaciones de socorro. No tenemos tiempo para perder, ante la hipótesis de que todavía haya víctimas bajo los escombros", declaró Masahito Sato, un portavoz de los socorristas en Kashiwazaki, la ciudad más afectada.


El martes de mañana, las autoridades enviaron en refuerzo a 450 militares y siete barcos de la Marina a la región de Niigata para participar en las operaciones de suministro de agua y alimentos a los supervivientes.


La Cruz Roja envió a 24 médicos a la zona, encargados fundamentalmente de ocuparse de los ancianos.


Las operaciones de socorro se desarrollan bajo una fuerte lluvia y con temor a réplicas, un centenar de las cuales, algunas muy poderosas, ya azotaron a la región desde el lunes, constató una periodista de la AFP.


Según el último balance oficial provisorio, el terremoto dejó nueve muertos (seis mujeres y tres hombres), todos septuagenarios y octogenarios, y al menos 1.060 heridos.
Unos 12.000 habitantes pasaron la noche en las escuelas y edificios públicos, donde se improvisaron refugios.


Aproximadamente 340 edificios fueron completamente destruidos y otros 500 sufrieron daños en las prefecturas de Niigata y Nagano, de acuerdo con las autoridades locales.


Por otra parte, el funcionamiento de la central nuclear de Kashiwazaki-Kariwa, que se encuentra cerca del epicentro del sismo, estaba totalmente detenido a causa de un pequeño escape de agua radioactiva y de un incendio en un transformador.


Además, ropa y guantes potencialmente contaminados por radiaciones también cayeron al suelo durante el sismo.


"Reconozco que hubo cierta ineficacia en nuestras medidas" de lucha contra incendios, se excusó el presidente de Tokyo Electric Power (Tepco), Tsunehisa Katsumata, después de ser amonestado por el ministro de Economía e Industria, Akira Amari.


La lentitud en resolver ese incidente "podría conducir a la gente a dejar de tener confianza en la energía nuclear", dijo el ministro.


Japón, que tiene pocos recursos naturales, depende en 35% del sector nuclear civil para su electricidad.


El 23 de octubre de 2004 se registró un sismo de magnitud 6,8 en la región de Niigata que dejó 67 muertos y más de 3.000 heridos, provocando asimismo el descarrilamiento de un tren de gran velocidad Shinkansen.

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