SEÚL.- Corea del Sur anunció severas medidas para impedir los viajes no autorizados a Afganistán, tras el secuestro de 23 de sus súbditos por los talibanes el pasado jueves.
Quienes se salten la prohibición, a partir del martes, se arriesgan a una condena de un año de prisión y una multa de tres millones de wons (3.200 dólares, 2.300 euros), precisó el ministerio de Relaciones Exteriores.
"Aconsejamos con toda la fuerza a nuestros ciudadanos presentes en Afganistán, desde ahora en la lista de países proscritos (junto a Somalia o Irak), a abandonar el país", advierte un comunicado del ministerio.
Según las estimaciones gubernamentales, unos 200 surcoreanos están en Afganistán, amén de otros tantos militares en misión de reconstrucción.
Los rebeldes que reivindicaron el secuestro el jueves en Ghazni (140 km. al sur de Kabul) de 23 cristianos evangelistas -la mayoría mujeres-, exigen la liberación de otros tantos presos talibanes en Afganistán. Dieron un plazo para negociar hasta este lunes.
Se trata del secuestro más numeroso de extranjeros en el país desde la caída del régimen fundamentalista de los talibanes a finales del 2001.