TOKIO.- El terremoto de magnitud 6,8 que el pasado 16 de julio sacudió la región de Niigata, causó pérdidas por valor de 1,5 billones de yenes (unos 12.500 millones de dólares), informaron hoy fuentes del gobierno de esa provincia al noroeste de Japón.
Casi la mitad de las pérdidas se originaron en los cortes de electricidad ocasionados por el cierre indefinido de la central nuclear de Kashiwazaki-Kariwa, la más grande del mundo en capacidad y donde se registraron fugas radiactivas, según fuentes oficiales citadas por la agencia local Kyodo.
Además de dejar diez muertos y unos mil heridos, el seísmo de Niigata destruyó 9.800 hogares y obligó a 3.000 personas a refugiarse en casas temporales en Kashiwazaki, la ciudad más afectada por el temblor.
En esa misma localidad, el terremoto sacudió las instalaciones de la empresa Riken, que aporta el 50 por ciento de los anillos para pistones de automóviles que consume la industria japonesa, frenando la producción de 100.000 vehículos de doce marcas, entre ellas Toyota, Nissan y Honda.
Toyota, el primer fabricante del motor en Japón, anunció hoy que su producción se reducirá en 55.000 vehículos aunque advirtió de que el recorte no cambiará su meta de producción global de 9,34 millones de vehículos en 2007.