BERLIN.- El secretario privado del papa Benedicto XVI, Georg Gänswein, ha advertido contra la amenaza de una islamización de Europa.
"No podemos negar que existen intentos de islamizar Europa", señaló Gänswein en una entrevista con el suplemento semanal del periódico alemán “Süddeutsche Zeitung” publicada hoy.
Gänswein cree que se debe hacer frente a esta situación y no "ignorar por falsas consideraciones el riesgo para la identidad de Europa” que se deriva de esta creciente islamización.
Según el secretario del papa, la Iglesia católica ve "muy claramente" este peligro y "también lo dice".
Gänswein subrayó que en su controvertido discurso de Ratisbona, Benedicto XVI quiso precisamente contestar a una "cierta ingenuidad" respecto a este asunto.
Las protestas que siguieron al discurso en el mundo islámico se deben, a juicio de Gänswein, a la forma en que el papa fue citado en los medios, "pues la cita se sacó de contexto y se presentó como opinión personal" de Benedicto XVI.
El religioso se refirió con ello a la frase citada por el papa de un emperador bizantino quien afirmó que en el Islám "sólo se podían encontrar cosas malas e inhumanas".
Y agregó que considera que "el discurso de Ratisbona, tal y como se pronunció, fue profético". No obstante, Gänswein subrayó que hay que dejar claro que no existe un islám como tal y que tampoco concede a todos los musulmanes "una única voz vinculante".
El concepto, explicó, reúne a muchas corrientes distintas y en parte rivales, incluidos"“extremistas que recurren al Corán para hacer uso de las armas".
Por otro lado, el secretario del papa señaló la importancia del diálogo con las iglesias del Este y subrayó que el objetivo debe ser superar la división entre ortodoxos y católicos.
"Es un escándalo que la cristiandad siga escindida", sostuvo.Gänswein reveló que el papa va vestido de blanco también en privado y que vive con dos secretarios y cuatro monjas.Aunque ya desde un principio "se desarrolló una atmósfera muy familiar" entre los miembros de esta pequeña comunidad, el Sumo Pontífice apenas tiene tiempo para utilizar su bicicleta estática o para ver la televisión con sus colaboradores, añadió.