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Estimulación eléctrica despierta a hombre que permanecía en estado de conciencia mínima

El paciente sufrió un grave traumatismo craneal y durante seis años sólo se comunicó con movimientos de sus ojos o de un dedo. Ahora es capaz de hablar y comer con normalidad.

01 de Agosto de 2007 | 13:19 | AFP

PARÍS.- Un paciente de 38 años, aquejado de un grave traumatismo craneal que lo hizo permanecer durante seis años en un "mínimo estado de conciencia", volvió a ser capaz de hablar y comer gracias a estimulaciones eléctricas del cerebro, según un estudio publicado hoy.


Si este resultado puede ser reproducido en otros pacientes, "este éxito abriría una nueva era para el tratamiento de pacientes en estado de conciencia mínima", recalcó en un comunicado el doctor Josef Fins (Weil Cornell Medical College, New York), uno de los co-autores del estudio publicado en la revista científica británica "Nature".


Un paciente en estado de conciencia mínima -diferente al estado de coma o al estado vegetal- puede mostrar signos ocasionales de que está despierto, o de un "comportamiento organizado", pero subsiste no obstante "un profundo déficit de conciencia", precisan los expertos en "Nature".


Antes del recurso a la estimulación cerebral profunda, las capacidades de comunicación del paciente se limitaban "a ligeros movimientos del ojo o de un dedo, y ahora emplea regularmente palabras, gestos y responde rápidamente a las preguntas", precisa el doctor Joseph Giacino, del JFK Johnson Rehabilitation Institute, Edison, en Estados Unidos.


Este paciente, cuya familia desea preservar el anonimato, es también capaz de "mascar, de tragar alimentos y ya no necesita una alimentación artificial", añade el doctor Giacino en un comunicado.


Ya utilizada en la enfermedad de Parkinson, la estimulación cerebral profunda consiste en implantar electrodos en una zona precisa del cerebro conectándolos con baterías colocadas en el pecho, como se hace para un estimulador cardiaco.


En el caso del paciente en estado de conciencia mínima, la implantación de los electrodos, realizada seis años y medio después del traumatismo cerebral, buscaba estimular mediante impulsos eléctricos una zona del cerebro (el tálamo) que jugaría un papel clave para ajustar la actividad del cerebro.


"Nuestra teoría era que los impulsos eléctricos sobre esa zona contribuirían a amplificar el débil nivel de actividad existente", precisa el doctor Giacino.


La mejoría en las capacidades del paciente para alimentarse y comunicarse "estaba fuertemente ligada" a los "períodos de estimulación cerebral", según el doctor Nicholas Schiff, principal autor del estudio. Lo logrado parecía mantenerse durante las fases de interrupción del estímulo, pero los investigadores no saben si el estado del paciente va a mejorar.


El estudio, que está previsto para incluir 12 pacientes en estado de conciencia mínima, debe continuar. Para que las estimulaciones tengan éxito, es necesario que subsistan importantes zonas del córtex cerebral en buen estado, recalcan los expertos.

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