KABUL.- La delegación surcoreana encargada de negociar la liberación de sus 21 ciudadanos secuestrados por los talibanes "mantiene un contacto bueno" con los rebeldes, pero no puede concretar si habrá liberaciones inminentes, declaró un responsable de la embajada de Seúl en Afganistán.
El diplomático, que pidió no ser identificado, no dio detalles sobre las dos surcoreanas supuestamente enfermas que los talibanes prometieron varias veces liberar "sin condiciones" e inminentemente desde el sábado. "No podemos decir nada hasta que no estén aquí", se limitó a decir.
Mirajudding Pattan, el gobernador de la provincia sureña de Ghazni donde se desarrollan las negociaciones directas entre la delegación de Seúl y los islamistas, apuntó el domingo que sería este lunes cuando se las libere. "Los talibanes prometieron soltar a las dos mujeres mañana", aseguró.
Según el diplomático surcoreano, "tiene que haber más conversaciones" entre las dos partes. Pero no precisó cuándo se reanudarán. No obstante se mostró confiado: "Una cosa está clara: nuestro equipo de negociadores mantiene un contacto bueno con los talibanes".
Tras contactos telefónicos, las negociaciones cara a cara comenzaron el viernes y siguieron sábado y domingo en los locales de la Media Luna Roja de Ghazni (140 km al sur de Kabul). De la última ronda no trascendió nada y la prensa fue mantenida al margen de la zona de la reunión.
El sábado, los negociadores talibanes dieron una rueda de prensa en la que mostraron su "optimismo" ante la posibilidad de liberar a los surcoreanos a cambio de la excarcelación de los penales afganos de algunos de sus compañeros.
Pero las autoridades afganas rechazan categóricamente esa concesión a los talibanes -que sí hicieron en marzo a cambio del periodista italiano secuestrado Daniele Mastrogiacomo-, por temor a que fomente nuevos raptos.
Un total de 23 misioneros evangelistas surcoreanos fueron secuestrados el 19 de julio en Ghazni, en la ruta de Kabul a Kandahar. Como medida de presión sobre el gobierno, los islamistas ejecutaron a dos hombres, el 25 y el 30 de julio. Dieciséis mujeres figuran entre los 21 rehenes que quedan.
Se trata del mayor secuestro de un grupo extranjero desde la caída de los talibanes a finales del 2001.