LIMA.- Con nerviosismo y alarma por las continuas réplicas del terremoto de 7,9 grados en la escala de Richter que ayer azotó Perú se encuentra la población del país andino, tras el desastre que ha dejado un saldo de al menos 387 muertos.
La ciudad de Pisco, la más afectada por el sismo, se encuentra inmersa en ruinas debido a la destrucción del 70 por ciento de sus edificios y algunos cadáveres aún permanecen en las calles.
Tras pasar la noche al raso, agrupados en plazas y jardines, los habitantes de esta zona afrontan con temor las nuevas réplicas, lo que les mantiene en un estado de vilo constante.
Uno de sus pobladores lamentó la muerte de un familiar directo, al tiempo que recordó que se han perdido todos los bienes de la mayoría de sus habitantes.
En medio del extendido pesimismo, las autoridades locales celebraron hoy el rescate de una mujer, quien sobrevivió tras permanecer enterrada durante quince horas bajo los escombros.
Mientras, en la ciudad de Chincha, otra de las más afectadas, los pobladores también están viviendo con angustia las réplicas del sismo, lo que está provocando crisis nerviosas entre la población, según las autoridades locales.
La última de las réplicas estremeció la zona de desastre cerca de las 10:30 hora local (una hora más en Chile) y se sintió en Lima.
Devastación
Las primeras imágenes muestran casas desoladas y la ciudad vive sin suministros de agua y energía, al tiempo que la carretera Panamericana se encuentra cortada, lo que ha obligado a movilizar la ayuda por aire.
En Cañete un poblador relató que la población está afectada en su mayoría y explicó que una de las iglesias de la ciudad fue destruida completamente.
"Hay 1.800 viviendas inhabitadas y los pobladores se encuentran esparcidos entre el parque y el estadio de la ciudad", relató el lugareño.
La costa peruana afectada por el sismo forma parte de la ruta turística que lleva a las míticas Líneas de Nazca, e Ica, rodeada de dunas, acoge el balneario de Huacachina, un oasis en medio del desierto.
También sufrió el fuerte azote del terremoto la Reserva Nacional de Paracas.
El pueblo pesquero que acoge el parque en su interior quedó anegado, mientras el principal hotel de la zona, también llamado Paracas, se destruyó parcialmente, sin que se haya informado de víctimas.
Mientras, en Lima, como en el resto del país, las clases han sido suspendidas y la población intenta recuperar la normalidad, después de haber pasado la noche en casa de familiares.
El fuerte terremoto, el más grave de los últimos años, provocó ayer la alarma de millares de limeños que se concentraron en las calles huyendo del estruendo provocado por el sismo en el interior de los edificios.