LIMA.- Maquinaria pesada y 8.000 damnificados participarán en las labores de retiro de escombros y limpieza en las provincias afectadas por el terremoto que remeció el miércoles pasado a Perú, en el marco del inicio de la segunda de etapa de los trabajos de emergencia, informó hoy el gobierno.
A la provincia de Pisco, 250 kilómetros al sur de Lima, llegaron inicialmente 46 volquetes, 18 cargadores frontales y excavadoras, dos camiones y dos montacargas pertenecientes al Estado y a empresas privadas para comenzar las tareas.
"Todas esas máquinas van a permitirnos levantar aproximadamente 5.000 toneladas por día para dejar limpio Pisco y, de esa manera, proceder rápidamente a la fase posterior que es la reconstrucción", dijo el presidente Alan García desde esa localidad.
Por su parte, la ministra de Trabajo, Susana Pinilla, informó que 8.000 damnificados de las provincias de Pisco, Ica y Chincha, las más dañadas por el terremoto y ubicadas en el departamento de Ica, serán contratados para realizar labores de limpieza en el área devastada como parte de un programa temporal de trabajo.
Los trabajos en Pisco, la zona más destruida por el sismo, comenzarán el martes y tres días después en Chincha e Ica.
"Con esta actividad de (el programa) Construyendo Perú les vamos a dar trabajo, van a contribuir y van a generar sus propios ingresos", explicó la ministra.
El presidente García estimó que los trabajos del retiro del desmonte y limpieza en Pisco estarán culminados en quince días.
De otro lado, el gobernante descartó la posibilidad de una epidemia sanitaria en la zona del desastre como lo advirtió el ex ministro de Salud Uriel García por la acumulación de basura, falta de agua, ausencia de baños públicos y el polvo en el área de emergencia.
"No hay que caer en el alarmismo. Tenemos un equipo de fumigación en Pisco, de manera que en toda zona en la que ha habido cadáveres se ha fumigado", explicó.
El jefe de Estado insistió también en que el gobierno hace lo posible para que la distribución de la ayuda humanitaria llegue a todos los damnificados, quienes reclaman que la entrega de alimentos, agua y abrigo se concentra en el centro de las ciudades y no llega a los barrios, ni menos a las zonas rurales.
"Va a ser muy difícil llegar a cada una de las casi 50.000 casitas", dijo el mandatario al solicitar a los pobladores afectados acercarse a los centros de distribución para recoger la ayuda. Asimismo, dijo que helicópteros llegarán a las zonas altas con el cargamento necesario.
Hoy se conoció que unos 20 damnificados del distrito de San Juan en el departamento de Huancavelica caminaron 80 kilómetros para llegar a Chincha a fin de pedir ayuda por el terremoto.
"No hay agua. Los niños están sin comer y la gente duerme en las calles", dijo el poblador Mario Ronceros al indicar que debido a que las vías se encuentran interrumpidas la única conexión posible es por helicóptero.
El sismo de 7,5 grados en la escala de Richter dejó, según cifras oficiales, más de 500 muertos, más de 1.000 heridos y 33.900 familias damnificadas.