LIMA.- El derrumbe el pasado 15 de agosto de la iglesia de San Francisco de Asís, en el barrio de Pisco Playa, mientras se celebraba una misa de difuntos por Mónica Laura, provocó la muerte de seis miembros de la misma familia, entre ellos tres de los cuatro hijos de la difunta.
Un nieto de la mujer por la que se celebraba la misa, Aly Náñez Laura, relató a Efe cómo acudió a la iglesia “poco después del terremoto, porque sabía que estaba allí mi madre,” la única de los hermanos que se salvó de la muerte.
"Por suerte ella salió viva, pero allí perdí a tres de mis tíos, a una sobrina y a dos consuegras,” añadió Náñez, habitante de San Clemente, una pequeña población cercana a Pisco, la ciudad más devastada por el terremoto.
Náñez rescató los cuerpos ya sin vida de sus familiares de entre los escombros donde, según explicó, “había mucha más gente, por ejemplo una señora que estaba viva con una columna sobre el pecho, pero que no fuimos capaces de levantar, por lo que también murió".
También su hijo de ocho meses murió al derrumbarse su casa a consecuencia del terremoto de 7,9 grados en la escala de Richter que el pasado 15 de agosto devastó la costa central peruana, por lo que el Náñez se encontraba desolado.
Según Aly Náñez, los muertos en la iglesia de San Francisco de Pisco Playa, a unos siete kilómetros de Pisco, fueron tantos que "los ataúdes no alcanzaron y algunos tuvieron que ser enterrados sin caja,” aunque no pudo precisar la cifra.
"A los heridos, entre ellos mi madre, se les trasladó a Lima, porque aquí, en San Clemente, no teníamos asistencia", añadió.
Aunque Aly Náñez enterró a sus familiares en el cementerio de San Clemente, la mayor parte de los muertos fueron sepultados en la Villa Tupac Amaru, otro barrio periférico de Pisco, que se encuentra al pie del cerro del Corazón de Jesús, junto a la carretera Panamericana.
Entre los familiares de otras víctimas del derrumbe de San Francisco está Sonia Poma, quién vivió el terremoto en su casa de Castovirreina, en la región Huancavelica, vecina a la sierra pisqueña, que se desplazó a Pisco tras el sismo para visitar a su hermana.
Tras recorrer un “dificultoso camino” por una carretera en “mal estado” a consecuencia del terremoto del pasado miércoles, Poma se encontró con que su hermana había muerto junto a dos de sus sobrinas en la Iglesia.
"Por eso me acerqué hoy al cementerio, para poder ver sus tumbas", dijo a Efe en el camposanto de Villa Tupac Amaru, donde están enterradas también otras tres personas de la familia Poma, fallecidas en otros lugares durante el terremoto.