WASHINGTON.- Científicos que observan un incipiente sistema solar han observado por primera vez cómo el agua, considerada un ingrediente necesario para la vida, comienza su aparición en planetas formados recientemente.
Ellos miraron a una estrella llamada IRAS 4B, ubicada en nuestra galaxia, la Vía Láctea, a cerca de 1.000 años luz de la Tierra, en la constelación de Perseo. Un año luz equivale a casi 10 billones de kilómetros, la distancia que la luz recorre en un año.
El telescopio espacial Spitzer de la NASA les permitió encontrar cantidades de vapor de agua igual a cinco veces el volumen de todos los océanos de la Tierra, alrededor de la estrella, en la zona donde se cree que se forman los planetas.
"Estamos presenciando la llegada del suministro de agua de algún futuro sistema solar", afirmó en una entrevista telefónica el astrónomo Dan Watson, de la Universidad de Rochester en Rochester, Nueva York, quien lideró la investigación publicada en la revista Nature.
"Creemos que lo que estamos viendo en ese objeto ahora es bastante similar a lo que era nuestro sistema solar a la misma edad", agregó Watson.
Científicos que desean comprender si la vida existe más allá de la Tierra creen que el agua es uno de los ingredientes claves necesarios para cualquier forma de vida.
El agua es abundante en la Tierra y en otras partes de nuestro sistema solar, tanto como en distintas partes del cosmos, por ejemplo, como hielo o gas alrededor de varias estrellas.
Este sistema solar está formándose al interior de un capullo de gas y polvo, adentro del cual hay un gran disco de material para la formación de planetas.
"Una estrella como el Sol vivirá entre 10.000 y 15.000 millones de años. Nuestro Sol ahora tiene 4.600 millones de años. Entonces, eso no es nada", dijo Watson.
El científico agregó que el suministro de agua para la Tierra fue obtenido a través de colisiones con asteroides de hielo y cometas. Watson dijo que el vapor de agua visto en el distante sistema solar se congelará nuevamente en forma de asteroides y cometas.
Ahora mismo, IRAS 4B es mucho menos grande que el sol, pero los científicos dijeron que es demasiado pronto para decir cuán grande se volverá mientras continúa formándose. "Cuán grande se vuelva la estrella determinará, por ejemplo, cuán grande será la zona habitable a su alrededor", explicó Watson.
La "zona habitable" es la región alrededor de una estrella en donde planetas rocosos como la Tierra pueden existir, donde el agua sería líquida en la superficie y la vida en teoría podría tener lugar.