PUL-I-KHUMRI.- Las banderas de Afganistán están a media asta el miércoles mientras el país observa tres días de duelo en memoria de unos 40 muertos, entre los cuales había seis parlamentarios, en el atentado suicida más mortífero de su historia perpetrado el martes.
"Nosotros anunciamos tres días de duelo nacional a partir de hoy", declaró en tono solemne el jefe del Estado, Hamid Karzai, durante una conferencia de prensa en Kabul. "Las banderas estarán a media asta en todo el país", agregó.
Según las primeras informaciones, aparentemente un kamikaze que se desplazaba a pie hizo estallar su carga explosiva cuando llegaron los parlamentarios, miembros de la comisión económica dirigida por Mustafa Kazimi, en una fábrica de azúcar de la ciudad de Pul-i-Khumri, en la provincia de Baghlan, a unos 150 km al norte de Kabul.
El último balance provisional entregado al presidente señalaba 35 personas muertas, además de los seis diputados.Por lo menos 40 personas murieron y más de 120 resultaron heridas, indicó el martes al anochecer un alto funcionario de los hospitales de la provincia de Baghlan, Yusuf Faiz.
Los cadáveres de los seis diputados, incluyendo al ex ministro de Comercio y figura destacada de la oposición, Mustafa Kazimi, fueron llevados el miércoles en avión hacia la capital para funerales nacionales previstos el jueves, según fuentes parlamentarias.
Sus colegas están en sesión casi ininterrumpida desde el atentado y manifestaron el deseo de que los legisladores fuesen enterrados cerca del Parlamento, en un memorial edificado para ellos.
Por otra parte, dos diputados sufrieron heridas, uno de ellos de gravedad.Los senadores, "indignados" por el atentado, según un comunicado, criticaron enérgicamente "la negligencia del gobierno, en particular el provincial, por no haber garantizado la seguridad de los electos por el pueblo".
Los funerales comunes de otras 18 víctimas fueron organizadas el miércoles por la mañana en Pul-i-Khumri, en una atmósfera de gran emoción, constató un periodista de la AFP.
Este atentado requiere "una investigación profunda", exigió Karzai. Las principales autoridades de la policía antiterrorista y de las investigaciones criminales viajaron al lugar del atentado el miércoles, según el ministerio del Interior.
De acuerdo con el presidente, "no cabe duda de que fue un ataque terrorista".
Muchos de los atentados suicidas fueron reivindicados por o atribuidos a los insurgentes talibanes, vinculados a Al Qaida. Esta nebulosa creada por Osama bin Laden aparentemente es responsable del primer ataque suicida en Afganistán que el 9 de setiembre de 2001 mató al comandante de la resistencia, Ahmed Shah Masud.
Sin embargo, un portavoz de los talibanes, expulsados del poder a fines de 2001 por una coalición internacional dirigida por Estados Unidos debido a sus vínculos con Al Qaeda, desmintió el martes que su movimiento estuviera involucrado en este último ataque.
Otros grupos extremistas se unieron a la insurrección, incluyendo al grupo radical Hezb-i-Islami del ex primer ministro Gulbuddin Hekmatyar.