LONDRES.- El médico a cargo de tratar de salvar la vida de Diana, el profesor Bruno Riou, defendió hoy su decisión de no realizarle un "escan" de embarazo a la princesa luego del accidente automovilístico en París que le provocó graves heridas y posteriormente la muerte.
El francés Riou dijo hoy ante la Corte Suprema de Londres que haberle realizado un test de ultrasonido a la princesa en el estado en el que se encontraba "hubiera sido desastroso".
Además, afirmó que las chances de salvarle la vida a Diana después de la colisión del Mercedes "fueron casi nulas".
El médico del departamento de anestesia y resucitación del Hospital Pitie-Salpetriere de París, se encontraba de guardia la madrugada del 31 de agosto de 1997, cuando ocurrió el hecho.
Riou confirmó que al llegar al hospital, la princesa, de 36 años, ya había sufrido un ataque cardíaco y por ende la ambulancia que la trasladaba debió detener su marcha para tratar de resucitarla.
Tras su arribo, la princesa fue sometida de emergencia a un examen de Rayos X, que mostró una hemorragia interna de grandes dimensiones, que puso mucho presión a su pulmón derecho y al corazón.
Momentos después que los cirujanos abrieron el tórax de Diana para determinar la fuente de rotura del vaso sanguíneo, Lady Di sufrió un segundo ataque cardíaco.
Desde ese momento, la princesa recibió varias dosis de adrenalina y electroshocks, mientras se le masajeaba el corazón en un intento por resucitarla.
Riou dijo que sólo sabe de cuatro o cinco casos en los que personas con semejantes heridas lograron sobrevivir.
Mohamed al Fayed, el padre de Dodi, novio de Diana, ha sostenido que la princesa estaba embarazada cuando murió.
El egipcio cree que la pareja fue asesinada en un complot realizado por los servicios secretos MI6 para prevenir que la madre del futuro rey de Inglaterra tuviera un hijo musulmán.
Sin embargo, Riou, que testificó a través de una videoconferencia desde París, desestimó que los médicos notaran que Diana estaba embarazada la noche de su muerte.
El médico dijo que en ningún momento le pasó por la cabeza a él o a su equipo realizarle un test de embarazo a la princesa.
"Para un paciente que sufre de traumas múltiples, el tema del embarazo no es el que debemos considerar", declaró Riou ante la pregunta de la defensa de Al Fayed.
"Y para una paciente como ella (Diana), que sangraba enormemente y que había tenido ataques cardíacos, hubiera considerado someterla a un scan de ultrasonido como una pérdida de tiempo desastrosa", concluyó.
La Corte Suprema examina desde el pasado 2 de octubre las circunstancias que rodean la muerte de Diana y Dodi, y buscará determinar si la pareja murió como consecuencia de un accidente automovilístico o fue víctima de un complot de asesinato ideado por la Realeza británica.
El juicio, que se estima podría extenderse hasta por seis meses y que ha generado un gran interés del público y de la prensa local e internacional, le costará al erario británico al menos 20 millones de dólares.