Presidente paquistaní presta juramento por otros cinco años de mandato

ISLAMABAD.- El Presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, prestó hoy juramento para otro mandato de cinco años, un día después de renunciar como jefe de las Fuerzas Armadas.

De esta forma terminan ocho años de régimen militar en el país asiático y potencia atómica.

Durante la ceremonia de toma de posesión, a la que asistieron líderes civiles y militares así como personalidades extranjeras, Musharraf aseguró que el país ha vuelto a la senda de la democracia y que las elecciones legislativas programadas para el 8 de enero se llevarán a cabo pase lo que pase.

El Mandatario defendió las medidas que ha adoptado en los últimos meses, incluida la decisión de decretar el 3 de noviembre el estado de excepción en el país, cuyo levantamiento exigen la oposición interna en Pakistán y Occidente.

"Creo que estamos saliendo de la tormenta", señaló Musharraf. "Jamás, en ninguna ocasión, me he desviado de la senda que tenemos que seguir para esta transición democrática", agregó.

Musharraf, de 64 años, destacó el traspaso, este miércoles, de sus poderes como jefe militar al general Ashfaq Parvez Kayani. "Estoy seguro de que Pakistán se va a fortalecer teniendo a mí como Presidente civil y a Kayani como jefe militar", manifestó. Musharraf elogió al nuevo jefe del Ejército y aseguró: "Tengo una completa confianza y fe en él".

Con su dimisión como jefe del Ejército, Musharraf, que se hizo con el poder en 1999 a través de un golpe de Estado incruento, cumplió una exigencia fundamental de la oposición paquistaní y de Occidente.

Con respecto a esa presión de los gobiernos extranjeros, el Presidente criticó que las naciones occidentales exigieran demasiado -y demasiado pronto- de Pakistán.

Los Estados industrializados tienen una visión de la democracia "irreal y, tal vez, poco práctica", sostuvo. "Queremos la democracia. Estoy a favor de la democracia. Queremos derechos humanos, queremos libertades civiles, pero lo haremos a nuestro modo", matizó. "Comprendemos nuestra sociedad, nuestro contexto, mejor que cualquiera en Occidente", agregó.

Durante el discurso de investidura, el Mandatario volvió a arremeter contra Iftijar Chaudhry, el destituido jefe de la Suprema Corte de Justicia, al afirmar que intentaba "descarrilar la tercera fase de la transición democrática".

Tras decretar el estado de excepción, Musharraf destituyó a los jueces independientes que, según se esperaba, invalidarían su controvertida reelección en los comicios del 6 de octubre, y los sustituyó por otros leales que terminaron por convalidar el proceso.

Las elecciones parlamentarias tendrán lugar el próximo 8 de enero, dentro del plazo previsto, destacó Musharraf, que también llamó la atención sobre el retorno al país de los líderes opositores exiliados Nawaz Sharif y Benazir Bhutto. "Personalmente, considero que esto es positivo para la reconciliación política", valoró.

El Presidente se dirigirá esta noche a la nación en un discurso televisado, adelantó su portavoz, Rashid Qureshi. Algunos observadores especulaban que pudiera ser ése el momento escogido para anunciar el levantamiento del estado de excepción. Esta medida implicaría la liberación de miles de opositores políticos, abogados y periodistas que fueron detenidos durante las últimas tres semanas y allanaría el camino hacia las elecciones de enero.

Mientras tanto, una alianza de más de 30 partidos opositores se reunirá esta tarde para discutir un posible boicot a los comicios en caso de que no se levante el estado de excepción. El encuentro será presidido por Sharif, anunció el portavoz de su Liga Musulmana de Pakistán, Ahsan Iqbal.

Bhutto, por su parte, no adelantó si su Partido Popular de Pakistán boicoteará el proceso, pero sus colaboradores adelantaron que esta tarde la líder emitirá un comunicado sobre la cuestión.