WASHINGTON.- El Senado de Estados Unidos aprobó este martes, con un holgado margen, el Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado con Perú el 12 de abril del 2006, de manera que ahora sólo necesita la firma del Presidente George W. Bush para entrar en vigor.
Tras un debate en el que midieron sus fuerzas los partidarios y los detractores de la política comercial del gobierno de Bush, los senadores dieron finalmente el visto bueno al TLC con 77 votos a favor y 18 en contra.
El pacto incorpora por primera vez -y de forma vinculante, como exigían los demócratas- normas internacionales relacionadas con las protecciones laborales y ambientales, amplía el acceso de los productos estadounidenses al mercado peruano, establece protecciones a la propiedad intelectual y la inversión, y un mecanismo para resolver disputas comerciales.
La Cámara de Representantes de EE.UU. había aprobado el proyecto de ley para la puesta en vigor del convenio bilateral el pasado 8 de noviembre, con 285 votos a favor y 132 en contra.
Antes de la votación, Bush insistió en que el TLC “nivelará el terreno para los bienes y servicios de Estados Unidos,” además de que fomentará las inversiones y “fortalecerá nuestra amistad con un país democrático”.
En el último empujón para lograr el “sí” del Congreso, la Oficina para la Gestión y Presupuesto (OMB) de la Casa Blanca declaró en paralelo que el TLC “abre un nuevo capítulo en el intercambio comercial con Perú” que será, de ahora en adelante, un “camino de doble vía.”
En el primer año de su aplicación, el TLC garantizará el acceso libre de aranceles del 80 por ciento de los productos industriales y del consumidor hechos en Estados Unidos, así como de los productos textiles y ropa confeccionada, según la OMB.