MANILA.- Un tribunal filipino condenó hoy a cadena perpetúa a 14 miembros del grupo radical islámico, Abu Sayyaf, que participaron en el secuestro de 20 personas en 2001, entre ellas tres ciudadanos estadounidenses, dos de los cuales murieron durante el cautiverio, uno de ellos decapitado.
El tribunal absolvió a otras cuatro personas, incluida una mujer, también acusadas del secuestro ocurrido el 27 de mayo en el hotel Dos Palmas, en la isla de Palawan, y que se prolongó durante más de un año.
Otras 23 personas ya habían sido juzgadas en el pasado por su responsabilidad en el secuestro, cuatro de las cuales murieron en 2005, durante un motín organizado por cabecillas de Abu Sayyaf en una cárcel de Manila.
Entre los secuestrados, filipinos en su mayoría, estaban el matrimonio estadounidense de misioneros Martin y Gracia Burnham, y el empresario norteamericano de origen peruano Guillermo Sobero, que fue decapitado por sus captores.
El secuestro concluyó después de varias liberaciones en junio del 2002, en una operación en la que fue rescatada Gracia Burnham, aunque falleció su esposo y la filipina Deborah Yap, quienes eran los tres últimos rehenes.
Abu Sayyaf, al que Washington relaciona con la red terrorista de Al Qaeda, está intentando reorganizarse tras la muerte a finales de 2006 de Jadafi Janjalani, su jefe supremo.
Janjalani era hermano de Abdurajak Janjalani, que fundó Abu Sayyaf en 1991 junto a otros activistas musulmanes filipinos que lucharon en la guerra de Afganistán contra la Unión Soviética, antes de regresar a la isla de Basilan (Mindanao), su feudo islámico.
El grupo, que luchaba por la creación de un estados islámico independiente en Basilan, también se ha resentido de las últimas ofensivas militares en esa isla y en la vecina Sulú, que cuentan con el asesoramiento del Ejército de Estados Unidos.
Washington desplegó tropas en Filipinas tras los atentados del 11 de septiembre, al ver el archipiélago como uno de los objetivos de su lucha anti terrorista global.