LIMA.- El ex presidente Alberto Fujimori pidió a los peruanos "sanar las heridas" ocasionadas por la violencia política en el pasado y que el terrorismo nunca más vuelva amenazar al país, señaló hoy la hija del ex mandatario, Keiko Fujimori.
En declaraciones a DPA, Keiko dijo que su padre sentó las bases para el "Perú moderno" que ahora es reconocido en el mundo y frenó el terrorismo que pretendía convertir a Perú en "otra Colombia" para después extenderse en América Latina.
"Las medidas que tomó mi padre permitieron alcanzar la pacificación nacional y ahora el país goza de un crecimiento económico", manifestó la primogénita de Fujimori, procesado por violaciones a los derechos humanos y secuestro, cargos que lo exponen a 30 años de cárcel.
La también parlamentaria de la derechista Alianza por el Futuro recapituló: "hubo miles muertos en Perú por la violencia por tantos años de enfrentamiento con el terrorismo. Creo que es importante empezar a sanar las heridas sin olvidar lo que hemos vivido".
El régimen de Fujimori "luchó contra el terrorismo y mejoró la economía" peruana tras superar una hiperinflación, heredada del primer gobierno socialdemócrata del presidente Alan García (1985/1990), evocó Keiko, quien acompaña a su padre durante el juicio a que es sometido.
Fujimori, hijo de inmigrantes japoneses, recibió en 1990 un país en crisis social y económica, además de aislado del mundo financiero debido a la decisión de García de limitar el pago de la deuda externa al 10 por ciento de las exportaciones totales del país.
Administradora de 32 años, Keiko afirmó que las medidas tomadas por Fujimori permitieron que la economía peruana sea una de las más dinámicas de la región y un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, el cual, apuntó, impulsará el crecimiento nacional.Asimismo, recordó la amenaza que representó la subversión al llevar a los gobiernos de turno a declarar en emergencia más de la mitad del país, incluido Lima, jaqueada con coches-bombas y constantes apagones por el derribo de torres de alta tensión.
La llamada "Guerra sucia" que libraron los grupos subversivos y las Fuerzas Armadas dejó unos 70.000 muertos y 10.000 desaparecidos entre 1980 y 2000, de acuerdo a la desactivada Comisión de la Verdad.Keiko, casada con un estadounidense, sostuvo que Perú "ya no puede volver a derramar más sangre" e insistió en que el gobierno de su padre "salvó a los peruanos" al derrotar al terrorismo, con la captura de los principales cabecillas rebeldes.
"Se evitó que el terrorismo se extendiera en la región y que Perú se convierta en otra Colombia", subrayó tras considerar exitosa la estrategia antisubversiva llevada a cabo por Fujimori, actualmente procesado por excesos en la guerra interna durante su mandato.
Los buenos resultados alcanzados por el combate contrainsurgente en Perú fueron posibles gracias a que el gobierno de Fujimori "repotenció" las Fuerzas Armadas y Policiales, organizó los organismos de inteligencia y dispuso una severa legislación antiterrorista, que castigaba con la cadena perpetua a los mandos rebeldes, explicó.
También, añadió, se formaron las Rondas Campesinas (autodefensas) para frenar el avance en el campo del grupo extremista armado "Sendero Luminoso" y una mayor presencia del Estado en las zonas alejadas del país "para demostrar (a las comunidades) que estábamos de su lado".
"Esta política funcionó y trajo excelentes resultados a nuestro país. Conociendo la problemática mundial del terrorismo, podría repetirse (la experiencia peruana) en algunos otros países", observó.