WASHINGTON.- La senadora colombiana de oposición Piedad Córdoba sostuvo hoy que existe un complot para atentar contra su vida cuando esté en Caracas, ciudad a la que suele viajar continuamente al haberse allegado al Presidente Hugo Chávez en su trabajo de facilitadora de un canje humanitario entre el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Córdoba afirmó que detrás del atentado estaría "un alto funcionario" del gobierno del Presidente Álvaro Uribe, pero se abstuvo de identificarlo. Miembros del gabinete de Uribe, hablando en Bogotá, la exhortaron a hacerlo.
Córdoba dijo que además de sufrir de persistentes "persecuciones y hostilizaciones", tenía un caso ante la Corte Suprema de Justicia de su país "por concierto para delinquir y alta traición a la patria", y que Uribe ha dicho incluso que durante una entrevista en octubre con Simón Trinidad ella había urdido un complot contra el Presidente.
Trinidad, el mayor dirigente de las FARC extraditado a Estados Unidos, está siendo juzgado por secuestro y narcotráfico en Washington, y Córdoba dijo que estaba en contactos con una abogada para determinar el plan a seguir.
"Al país le debe quedar claro cuál ha sido mi actitud en todo este proceso", dijo Córdoba en una rueda de prensa en la sede de TransAfrica, un grupo no gubernamental de la capital estadounidense. "Yo soy una patriota integral (...) que jamás ha abrazado métodos que no sean los que me confía la democracia".
Inesperadamente, Córdoba visitó otra vez hoy el tribunal que juzga a Trinidad. Esta vez estuvo solamente entre el público en una audiencia preliminar del juicio por drogas que se le seguirá al guerrillero a partir del 3 de marzo. Trinidad será previamente sentenciado por secuestro de tres estadounidenses, el 28 de enero.
La senadora no pudo saludar a Trinidad cuando menos estrechándole la mano, pero se reconocieron a la distancia con ademanes de manos y Córdoba le mandó un beso volado.
Gobierno colombiano niega complot
En Bogotá, miembros del gabinete de Uribe dijeron que desconocían la existencia de un plan para atentar contra Córdoba o alguno de sus asesores. Uno de éstos, Jaime Enrique Gómez, desapareció en marzo de 2006 y fue hallado al mes siguiente, según Córdoba, "horriblemente asesinado".
El ministro del Interior y Justicia, Carlos Holguín Sardi, dijo en Bogotá que Córdoba "tiene protección" y debido a que el gobierno "siempre le ha brindado cualquier cosa", le sorprendía su declaración.
El Comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, pidió a Córdoba "prudencia en sus declaraciones para no enrarecer un ambiente que nos debe llevar única y exclusivamente a consolidar el propósito humanitario para la liberación de los secuestrados".
Córdoba ha sido una severa crítica de Uribe, particularmente desde que éste terminara en noviembre la participación de ella y Chávez en la mediación para el canje. En Washington dijo que si el trabajo de ambos hubiese continuado, las FARC habrían estado liberando ahora a "por lo menos 25" de sus rehenes y no solamente a tres, como ayer se informó que ocurriría.