ANCHORAGE.- Expertos que estudian en Alaska los efectos del calentamiento global en morsas, osos polares y focas, advirtieron que existen límites para la protección que pueden ofrecer.
Los expertos dijeron que pueden restringir la caza, el tránsito marino y la actividad petrolera fuera de la costa, pero eso no será suficiente si el hábitat básico de esos animales, el hielo, se sigue derritiendo.
"En definitiva, esto va más allá de mi alcance", dijo Joel Garlich-Miller, un experto en morsas del Servicio de la Pesca y la Vida Silvestre de Estados Unidos, en Anchorage. "Yo no estoy en condiciones de fabricar cubitos de hielo", agregó.
Garlich-Miller dijo que entre 3.000 y 4.000 morsas, en su mayoría jóvenes, murieron este año en estampidas en tierra en la parte rusa del mar de Chukchi, la masa de agua que toca Alaska y Rusia al norte del estrecho de Bering. En lugar de pasar el verano en el hielo marino, millares de morsas quedaron varadas en tierra en números sin precedentes, hasta por tres meses.
Anatoly Kochnev, quien realiza investigaciones para el Instituto de Pesca y Oceanografía del Pacífico, un organismo federal ruso, dijo que la pérdida de entre 3.000 y 4.000 animales este año es algo desastroso.
Si continúan las actuales tendencias, y las morsas tienen que quedarse en la costa cada verano, se privaría de los alimentos de las ricas aguas marinas, dijo el biólogo Tony Fischbach, del Servicio Geológico de Estados Unidos.
El hielo marino del Ártico este verano se redujo a su más bajo nivel desde que las mediciones vía satélite comenzaron en 1979, de acuerdo al Centro Nacional de Datos sobre la Nieve y el Hielo, que funciona en la Universidad de Colorado.
El Servicio de la Pesca y la Vida Silvestre de Estados Unidos deberá decidir en el curso de las próximas semanas si incluye a los osos polares en la lista de animales "amenazados" de extinción, debido a la pérdida de hielo marino a raíz del calentamiento global. Los osos polares verán peligrar su hábitat si deben buscar sus alimentos en la costa, pues allí serán fácilmente diezmados por los osos pardos, mucho más grandes y feroces.
Por otra parte, las focas de la región también corren peligro. Esas focas prosperan bajo el hielo marino. Los animales cavan agujeros en el hielo para poder respirar y crean cuevas encima del hielo donde dan a luz a sus cachorros. A raíz del calentamiento global, esas cuevas se derrumban al comenzar la primavera, y los cachorros quedan a merced de zorros, osos polares, e inclusive gaviotas y cuervos.