SEÚL.- El equipo de transición del presidente electo de Corea del Sur, Lee-Myung-bak, pidió hoy al Gobierno saliente de Roh Moo-hyun que no celebre reuniones con Corea del Norte para no hipotecar su mandato, informó la agencia local Yonhap.
El futuro presidente de Corea del Sur tiene posturas más duras hacia el régimen de Pyongyang que Roh y no prevé mantener ningún tipo de negociaciones hasta que ese país desactive su arsenal nuclear.
La advertencia del futuro Gobierno surcoreano fue transmitida hoy por Park Jin, responsable de Seguridad y Asuntos Exteriores del equipo de transición, un día antes de que concluya el plazo para que Corea del Norte declare la totalidad de sus programas nucleares e inhabilite su principal reactor.
"Seguiremos el principio de que el desarme nuclear del Norte es el factor más importante y examinaremos de cerca los acuerdos hechos en las reuniones que siguieron a la cumbre intercoreana" presidencial de octubre, dijo Park a Yonhap.
Ayer se celebró una reunión entre las dos Coreas para debatir la futura zona de paz en el Mar Occidental, uno más de una veintena de encuentros celebrados tras la histórica cumbre de comienzos de octubre en Pyongyang entre Roh y el líder norcoreano, Kim Jong-il.
"El Gobierno saliente debe contenerse y no hacer cosas que podrían limitar o causar una carga a la administración entrante", manifestó hoy ese responsable del equipo de transición.
A principios de este año Pyongyang se había comprometido con Corea del Sur, EEUU, Japón, China y Rusia a desmantelar sus centrales nucleares y declarar todo su programa nuclear antes del 31 de diciembre a cambio de ayudas energéticas.
No obstante, existen pocas perspectivas de que ello suceda antes de mañana, según el gobierno surcoreano, y se cree que el principal obstáculo es la declaración nuclear y especialmente determinar la existencia de un programa del enriquecimiento de uranio en Corea del Norte.