NUEVA DELHI.- India recibió hoy al Presidente francés, Nicolas Sarkozy, mientras celebraba el Día de la República con un desfile para mostrar su fuerza militar, en medio de fuertes medidas de seguridad en todo el país, especialmente en el violento noreste y en Cachemira.
Alrededor de 20.000 soldados y policías, entre ellos francotiradores en los techos de los edificios más altos, custodiaban la capital de India y examinaron a los vehículos que ingresaban a la ciudad.
Cada año, rebeldes anuncian que boicotearán la principal festividad de India, y a menudo perpetran ataques contra las fuerzas de seguridad y edificios del Gobierno para protestar por la fundación del país como república, pero en esta ocasión se han reportado pocos incidentes en la víspera del desfile.
En Cachemira, los residentes de quedaron en sus casas y los locales comerciales cerraron en Srinagar, la principal ciudad del estado, luego de que separatistas prometieron perpetrar un asalto para conmemorar lo que consideran como un "día negro".
"Las fuerzas indias han desatado un reinado del terror en todo Cachemira", dijo la principal alianza separatista de la región en una declaración.
La violencia separatista ha disminuido en Cachemira desde que India y Pakistán, que reclama la región por completo, lanzaron un proceso de paz en el 2004. Sin embargo, residentes aún mueren casi a diario en enfrentamientos entre militantes y soldados.
Sarkozy está de visita en India para potenciar los lazos políticos y comerciales entre ambos países, y se especula que podría firmar un lucrativo acuerdo sobre combustible nuclear y venta de armamento.
El mandatario francés se unió al primer ministro indio, Manmohan Singh, y a miles de espectadores en un desfile militar en el que observaron elefantes, camellos, tanques de combate, misiles y réplicas de ojivas.
En un inicio, la prensa india estuvo muy interesada en la posible visita de Carla Bruni, una cantante y ex modelo que según se ha reportado se casará pronto con Sarkozy. La llegada de Bruni fue cancelada más tarde.
Los diarios indios han estado atiborrados con noticias señalando que la posible llegada de Bruni podría alterar el protocolo del país profundamente conservador.
