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Latinos huyen de Arizona un mes después de ley de inmigración

Las empresas, ante el temor de ser castigadas, deben echar a sus trabajadores ilegales.

26 de Enero de 2008 | 09:17 | AFP

PHOENIX.- Un mes después de que Arizona dictara  una ley que castiga a las empresas que contraten a inmigrantes ilegales, los trabajadores latinoamericanos abandonan masivamente este Estado, a medida que  los empleadores se deshacen de ellos, dijeron funcionarios y activistas.


Arizona saltó a la primera plana del debate estadounidense sobre  inmigración, al avanzar en terreno virgen el 1 de enero con una nueva ley que  amenaza con hacer quebrar a las empresas que contraten a sabiendas trabajadores  indocumentados.


Los efectos de la ley fueron inmediatos, según empresarios, trabajadores y  activistas de los derechos civiles consultados por la AFP: las empresas  comenzaron a subir los sueldos para atraer mano de obra legal.Si bien la semana pasada un juez federal decidió que no habrá demandas en  función de esta ley hasta marzo, también se disparó un fenómeno bautizado  'pánico hispano' ('hispanic panic'). "Hay mucho miedo, y mucha gente se está yendo", dijo Salvador Reza,  activista pro derechos de los inmigrantes que dirige un centro de empleo en  Phoenix.


"El miedo no está solamente a nivel de los trabajadores, también ocurre a  nivel del empleador. Nunca había visto algo así", dijo. Los trabajadores se vuelven a México o a otros países, contó. Reza afirma que la situación hace que pequeñas empresas obligadas a  despedir a empleados calificados -como por ejemplo soldadores- ahora tengan que  pagarles en efectivo, en el marco de una economía en negro.


"Ahora va a predominar la economía subterránea, y va a haber menos dinero  para el estado", dijo. Ironco, una empresa que construye estructuras en acero, tuvo que despedir a  10 personas. "Tuvimos que hacer que se fueran", dijo su presidente, Sheridan Bailey. "Lamentablemente, algunos de ellos eran nuestros mejores trabajadores.


Es terriblemente trágico", afirmó. Ironco -especializada en edificios hechos de acero- dijo que dos de cada tres hombres que se presentan a trabajar allí son inmigrantes latinos o hijos  de éstos. La empresa tuvo que subir los sueldos que paga 30% respecto a hace un año, dijo Bailey. "Subimos los sueldos para competir por una oferta cada vez menor" de mano  de obra, explicó. "Hicimos campañas de aumento de productividad, entrenamos gente, tuvimos  que explorar, por decirlo de algún modo, buscando veteranos de guerra  estadounidenses, ex presidiarios que quieran volver a insertarse en la  sociedad", contó.


Un capataz de una empresa de jardinería de Phoenix se fue del estado porque  su mujer es trabajadora ilegal y tenía pavor de que la deportaran. "Escuché que se van a lugares como Utah, Texas o New Mexico porque allí no  hay leyes como esta", dijo el dueño de la empresa, Rick Robinson. David Jones, presidente de la Asociación de Empleadores de Arizona, dijo  que conoce a tres empresas del rubro de la construcción que despidieron 30, 40 y 70 empleados respectivamente desde el 1 de enero.


"No pueden correr el riesgo de perder su licencia", explicó. "No nos gusta" la inmigración ilegal, "pero no creo que esta sea la forma de abordar el problema. Este país va a estar en problemas si no lanza un programa para trabajadores extranjeros temporarios", afirmó. Por su parte, el vicepresidente de la Cámara de Comercio de Phoenix, Todd  Sanders, dijo que las empresas tienen miedo a ser demandadas y a las denuncias anónimas de sus competidores.


 

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