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McCain y Romney muestran sus discrepancias sobre Irak en debate republicano

Los dos candidatos monopolizaron el encuentro, el último para estos contendientes previo al "súpermartes" del 5 de febrero y en donde las ganas por demostrar cuál de todos los aspirantes posee un perfil más conservador, eclipsaron los demás temas.

31 de Enero de 2008 | 02:04 | EFE

SIMI VALLEY.- Los aspirantes republicanos a la presidencia de EE.UU., John McCain y Mitt Romney, evidenciaron hoy sus diferencias sobre la estrategia en Irak, en un choque que se repitió con el problema de la inmigración y sus capacidades para dirigir el país.


Los dos candidatos monopolizaron el debate, el último para estos contendientes previo al "súpermartes" del 5 de febrero y en donde las ganas por demostrar cuál de todos los aspirantes posee un perfil más conservador, eclipsaron los demás temas.


Mitt Romney dijo que John McCain "jugó sucio" al acusarlo de apoyar una fecha de retirada para las tropas desplegadas en Irak, justo antes de la celebración de las primarias en Florida.


McCain, actual senador por Arizona, recordó al candidato mormón que apoyó la retirada de las tropas cuando dijo en abril que los Gobiernos de Estados Unidos e Irak deberían establecer "calendarios" que no se hicieran públicos.


"Calendarios es la palabra tras las que se ocultan quienes desean la salida de Irak", dijo McCain.


El ex gobernador de Massachusetts aseguró que no apoya la retirada de las tropas. "¿Cómo es que es usted el experto en mi posición?", preguntó dirigiéndose a McCain.


La discusión tuvo lugar en la biblioteca-museo de Simi Valley (California), donde reposan el cuerpo del ex Presidente Ronald Reagan y la mayor parte de los objetos relacionados con su legado.


Ante la imponente presencia del avión presidencial "Air Force One", que transportó a Reagan y a su revolución por Estados Unidos y el mundo, los dos principales candidatos republicanos eclipsaron a los demás participantes: Mike Huckabee y Ron Paul.


Desde el primer momento, el debate se transformó en una lucha de poder entre McCain y Romney, ante unos Huckabee y Paul un tanto desdibujados que, no obstante, supieron aprovechar sus escasos momentos de protagonismo.


McCain asestó un duro golpe al expediente de Romney al sostener que durante su mandato como gobernador, "el índice de creación de puestos de trabajo (en Massachusetts) fue el tercer peor del país".


"Yo estoy orgulloso de mi historial, de alcanzar retos y de convertir en realidades las promesas. Eso es lo que los estadounidenses quieren que hagamos", dijo McCain.


Inmigración


Respecto a la inmigración, Romney señaló: "quien llega al país como ilegal debe volver a su casa y esperar la cola como los demás que también quieren estar aquí".


McCain, quien admitió que ahora no votaría por un camino hacia la ciudadanía para los indocumentados como parte de su plan de reforma migratoria, aseguró que para el pueblo estadounidense "reforzar la frontera es la principal prioridad".


"Si no construimos un muro seguro y simplemente tenemos la puerta abierta por donde la gente puede entrar y salir a su antojo, nunca vamos a solucionar este problema con efectividad", indicó por su parte Huckabee.


La pregunta central que rodeó la discusión fue: "¿Cuál de todos los candidatos es el más conservador?"


Romney enumeró una larga lista de razones por las que, en su opinión, McCain no respondía a ese perfil, como el hecho de haber votado en contra del recorte de impuestos promovido por el Presidente George W. Bush.


El ex gobernador concluyó su exposición con la afirmación: "Si recibes el apoyo del New York Times, probablemente es que no eres conservador". A lo que McCain contestó: "Déjeme decirle, gobernador, que he recibido el apoyo de los dos periódicos de su ciudad natal".


"¿Estamos ahora mejor que hace cuatro años?", espetó el moderador del debate, Anderson Cooper, parafraseando a Reagan durante la campaña electoral de 1980.


McCain no dudó en afirmar que el país, en general, vive una situación mejor aunque afronta "un reto muy serio", en alusión a la economía.


Huckabee y Paul, persistentes en su discurso acerca de la reducción de gastos e impuestos, menores regulaciones y liberación del mercado, sostuvieron que el país no vive una situación mejor hoy día, aunque no cargaron las tintas sobre Bush y culparon a los miembros del Congreso.


La suerte de cara al "súpermartes" está echada para los republicanos, quienes han intentado convencer a los estadounidenses de aquello que ya advirtió Reagan: "Las mejores mentes no están en el Gobierno. Si lo estuvieran, las empresas se las hubieran llevado".

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