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Santiago: Viernes 27 de septiembre del 2024 | Actualizado 10:16
MADRID.- Instituciones internacionales y países de todo el mundo condenaron hoy el golpe de Estado perpetrado ayer en Mauritania por un "Consejo de Estado" presidido por el general Mohamed Uld Abdelaziz, jefe de la Guardia Presidencial, e integrado por otros diez altos cargos militares.
El titular español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, desde Pekín, dijo estar "no solamente informado sino involucrado para lograr una posición común de la UE bajo la presidencia francesa, la Liga Árabe y otros países".
El golpe de Estado en el país africano ha provocado que una delegación de La Liga Árabe viaje mañana a Mauritania.
Según fuentes de la Liga Árabe, la delegación intentará reunirse con los militares golpistas y con el Presidente del país, Sidi Mohamed Uld Cheij Abdallahi, y el primer ministro, Yahya Uld Ahmed El Waghef, ambos bajo arresto.
El secretario general de la Liga Árabe, Amro Musa, expresó hoy su preocupación por el golpe de Estado en Mauritania y emplazó a las partes a solucionar el conflicto por medio del "diálogo democrático".
La organización panárabe no condenó explícitamente el golpe y la visita de su delegación coincidirá con la llegada a la capital mauritana de representantes de la Unión Africana y de la ONU.
La Presidencia de turno francesa de la Unión Europea (UE), a través de un comunicado, pidió que las tensiones políticas en Mauritania se resuelvan "en el marco institucional resultante de la transición a la democracia".
El presidente del Parlamento Europeo (PE), Hans-Gert Pöttering, calificó hoy de "inaceptable" el golpe de Estado y pidió a los golpistas la restauración inmediata del orden constitucional.
El responsable europeo de Desarrollo, Louis Michel, ya advirtió ayer de que el golpe de Estado "pone en riesgo la política de cooperación de la UE con Mauritania", que prevé un programa de apoyo de 156 millones de euros para el periodo 2008-2013.
De esa manera La Unión Europea intenta garantizar que la ayuda apoye la vía democrática. La Unión Interparlamentaria con sede en Ginebra calificó el golpe de estado de "inaceptable".
