Ataques con explosivos en China dejan 11 muertos

KUQA.- Milicianos armados con bombas caseras, algunos de ellos atacantes suicidas, se enfrentaron este domingo con la policía en una ciudad del occidente de China, muy alejada de los Juegos Olímpicos, informaron medios de prensa estatales.

El episodio de violencia en la intranquila región musulmana de Xinjiang ocurrió pese a que las autoridades chinas acrecentaron drásticamente las medidas de seguridad para los Juegos y luego que un grupo islámico miliciano, vinculado con Al Qaeda, amenazó con perturbar el evento deportivo.

La agencia noticiosa oficial Xinhua, citando a la policía local, dijo que una explosión ocurrió en edificios del gobierno del condado de Kuqa el domingo por la madrugada.

Xinhua dijo que los milicianos eran atacantes suicidas que usaron artefactos explosivos fabricados con tubos, bombonas de gas y tanques de gas licuado.

Según Xinhua, los atacantes condujeron un vehículo de tres ruedas que transportaba explosivos al complejo de las fuerzas de seguridad alrededor de las 2:30 de la mañana.

Poco después ocurrió una explosión que mató a un guardia de seguridad, hirió a dos policías y a dos civiles, y destruyó dos patrulleros policiales.

La policía abrió fuego contra los atacantes, matando a uno y otro hizo estallar explosivos que llevaba amarrados a su cuerpo, hiriendo a un tercero, y un cuarto atacante fue capturado, dijo Xinhua, citando un vocero no identificado del gobierno local.

Seis horas más tarde, estallaron enfrentamientos en un mercado cercano, donde la policía halló a cinco atacantes ocultos bajo un mostrador, dijo la agencia noticiosa.

Los hombres lanzaron bombas contra la policía, que mató a dos de ellos, en tanto los otros tres murieron al hacer estallar explosivos, dijo la Xinhua, agregando que el sospechoso capturado informó a la policía que 15 personas participaron en los ataques.

Los estallidos se produjeron en medio de una redoblada seguridad en esta parte del país tras el ataque del lunes pasado que mató a 16 policías fronterizos e hirió a otros tantos en la región de Xinyang, donde la mayoría de la población es musulmana.