LONDRES.- La economía de Gran Bretaña entrará en recesión dentro de seis a nueve meses, predijo la Cámara de Comercio Británica (BCC) en sus últimas previsiones trimestrales publicadas el domingo.
Sin embargo, la BCC descarta la perspectiva de una crisis del alcance de la sufrida por Gran Bretaña a principios de los años noventa.
La organización advierte, no obstante, que aumentará el número de desempleados en cerca de 300.000 parados en los próximos dos o tres años, acercándose así a los dos millones de personas sin trabajo o incluso más.
La Cámara imputó el deterioro de la situación a la "muy neta" ralentización del crecimiento del consumo, pues los hogares británicos se apretaron el cinturón ante la subida del coste de la vida.
Además, una mayor debilidad de las inversiones -debido a una pérdida de confianza de los empresarios- también contribuye a ese deterioro, según la BCC.
El Banco de Inglaterra (BoE) vaticinó el miércoles "uno o dos trimestres consecutivos de contracción del PIB", lo que técnicamente significaría una entrada en recesión de la economía británica.
El crecimiento cayó al 2,3% en el primer trimestre de 2008 respecto al mismo período del año anterior.
Es su nivel más bajo en los últimos tres años y numerosos economistas juzgan posible una recesión también en el segundo trimestre.
La inflación podría sobrepasar el 5% antes de finales de 2008, una cifra muy superior al 2% previsto por el BoE.
Ante esos datos, la BCC concluye que el peligro "sobre el crecimiento es más grave e inmediato que el de una subida de la inflación".