El Papa se encuentra en su primera visita oficial en Francia, desde que asumió el cargo después de la muerte de Juan Pablo II.
AFP
PARÍS.- La oposición francesa criticó severamente la noción de "laicismo positivo" defendida por el presidente Nicolas Sarkozy, en el marco de la primera visita a Francia del papa Benedicto XVI, desde que inició su pontificado.
El viernes, en el encuentro oficial en el palacio del Elíseo con el Papa -a quien Sarkozy llamó en repetidas ocasiones "muy Santo Padre"-, el presidente francés hizo nuevamente una apología del "laicismo positivo y abierto", insistiendo en las "raíces cristianas de Francia".
En una visita al Vaticano, en diciembre de 2007, Sarkozy provocó una airada polémica en Francia, luego de un discurso pronunciado en la basílica de San Juan de Letrán sobre los mismos conceptos.
"No hay laicismo positivo o negativo, abierto o cerrado, tolerante o intolerante. Hay laicismo, un principio republicano", replicó este sábado el primer secretario del Partido Socialista francés (PS), François Hollande.
El líder socialista señaló que recibir al Papa era totalmente "legítimo y lógico" pero advirtió contra el peligro de "dar la impresión de que hay cultos privilegiados respecto a otros o que éstos tienen un lugar que la República no les concede".
Hollande pidió al jefe del Estado "no alejarse de su papel y no confundir sus creencias personales, respetables, con su responsabilidad de permitir la igualdad de todos, la libertad de cada cual".
También le instó a impedir la "confusión entre el espacio de lo religioso y el espacio de la República".
"Como persona, tiene derecho a tener sus convicciones (...), pero en tanto que presidente de la República, debe ser el garante de algo que es fundamental para la cohesión de este país y para la capacidad de vivir en común en buenas condiciones", insistió la dirigente Verde Cecile Duflot.
"Soy contrario a la mezcla de estilos entre el Estado y la religión", declaró por su parte el dirigente centrista y ex candidato presidencial, François Bayrou.
"Nicolas Sarkozy siempre le pone adjetivos al laicismo y esto me inquieta. Preferiría que se quedase con el propio concepto", comentó la dirigente comunista Marie-George Buffet.
Ante las críticas, Frédéric Lefebvre, uno de los tres portavoces de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), el partido gubernamental de Sarkozy, replicó acusando a Hollande y los socialistas de "intolerancia" y de "denigrar e insultar a los cristianos de Francia".
El jefe del gobierno, François Fillon -que junto a varios de sus ministros participó en la misa papal del sábado en París y que el lunes asistirá a la ceremonia de despedida de Benedicto XVI en Tarbes (suroeste)- también asumió la defensa del jefe del Estado.
El presidente está "en su papel cuando desea que el conjunto de las corrientes de pensamiento, religiosas, filosóficas, cohabiten en nuestro país", declaró Fillon, para quien eso es perfectamente compatible con el laicismo.
El viernes por la tarde, unas 500 personas se manifestaron en París contra la visita de Benedicto XVI, en una protesta convocada por el colectivo "Manda a paseo a tu Papa", que reúne a partidos y asociaciones como la Liga Comunista Revolucionaria (LCR) y Alternativa Libertaria.
Los manifestantes protestaron contra "la intromisión de la Iglesia en la política" y en favor del "acceso libre y gratis a todos los medios anticonceptivos y el aborto", según los panfletos repartidos en el acto.