GALVESTON.- Equipos de rescate iniciaron sus tareas el sábado en la ruta de devastación que dejó "Ike" en Texas, donde el poderoso huracán dejó sin energía a millones de personas y causó daños por al menos 8.000 millones de dólares, aunque según las autoridades "no sucedió lo peor".
La fuerza del huracán llevó una ola de destrucción que abarcó 800 km de la costa sur estadounidense y forzó cortes de producción de petróleo y gas en el Golfo de México.
No obstante, "el peor escenario que se había proyectado en algunas áreas no ocurrió, particularmente en el canal Houston", declaró el gobernador del estado de Texas (sureste), Rick Perry, aunque aún no se disponía de un balance de víctimas.
El secretario de Seguridad Nacional, Michael Chertoff, declaró que informaciones iniciales daban cuenta de algunos muertos.
"Hemos recibido unas primeras informaciones que dan cuenta de algunos muertos (...) pero el balance podría aumentar en las próximas horas, particularmente entre las personas que no evacuaron la zona", declaró el secretario.
Galveston, una pequeña ciudad balnearia ubicada en una isla entre una laguna y el Golfo de México, con 58.000 habitantes, fue golpeada de pleno por vientos de más de 200 km/h, y permanece sin electricidad desde el viernes porque la crecida del agua del mar mezclada con el lodo invadió sus calles.
Postes y palmeras por el suelo, cables eléctricos destruidos, semáforos que colgaban, vidrios quebrados, techos arrancados, barcos en tierra firme: eran los daños visibles en los barrios situados a pocos metros sobre el nivel del mar.
La alcaldesa de Galveston, Lyda Ann Thomas, ordenó un toque de queda desde el anochecer al amanecer vigente desde el viernes hasta el lunes. Las autoridades del balneario temían descubrir numerosas víctimas conforme los bomberos se adentren en la ciudad.
"Esto resultó fácil hasta ahora", declaró un bombero refugiado en el hotel más sólido de la ciudad. "Pero juntar los cuerpos será harina de otro costal, visto el número de llamados que recibimos ayer (viernes), cuando no podíamos ir a ninguna parte".
"Jamás vi un huracán parecido. La extensión de los daños superará todo lo imaginable", declaró Diane Thiel, una residente en Galveston, de 62 años.
Unos 2,2 millones de personas fueron evacuadas en Texas y más de 130.000 en Luisiana, donde el ciclón golpeó ciertas zonas costeras, precisó el secretario Chertoff.
En Houston (Texas), las cadenas de televisión mostraban el rascacielos más alto de la ciudad, de 305 metros, con muchas de sus ventanas estalladas.
"Había muebles volando afuera desde el vigésimo piso", dijo David Foreman al Houston Chronicle.
"Es una tormenta enorme, que provoca muchos daños, no sólo en Texas sino también en ciertas partes de Luisiana", declaró el presidente estadounidense, George W. Bush, desde Washington.
El huracán podría haber provocado daños por entre 8.000 y 18.000 millones de dólares, según calculó la empresa privada Eqecat sobre la base de modelos matemáticos.
La producción de petróleo y gas en el Golfo fue suspendida, aunque el Departamento de Energía de Estados Unidos indicó que aparentemente "Ike" había perdonado a la mayoría de las plataformas y equipos.
Se cerraron al menos 13 refinerías, que representan una capacidad combinada de 3,7 millones de barriles de crudo diario, un quinto de la capacidad de refinación del país.
En Washington, el presidente George W. Bush tenía previsto reunirse con Chertoff y con David Paulison, el jefe de la FEMA (la agencia federal de gestión de emergencias), en la mañana del domingo, para planificar los detalles de la ayuda federal a los gobiernos locales para hacer frente a la crisis.
A las 18:00 horas, tiempo local del sábado, "Ike" fue degradado a tormenta tropical por el Centro Nacional de Huracanes (NHC) con base en Miami (Florida, sudeste), y la fuerza de los vientos era ya tan sólo de 95 km por hora.
"Nuestra administración actuó rápidamente", asegura un comunicado leído por Bush por televisión, en el que explica que había levantado algunas restricciones para "facilitar las importaciones" de gasolina para que pueda "llegar al mercado".