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Rescatistas inician tareas después de la devastación del huracán "Ike"

En el recuento de los daños, el ciclón dejó más de 58 mil personas sin luz en Texas. Los daños suman unos 18 millones de dólares y hubo un total de 2,2 millones de evacuados.

13 de Septiembre de 2008 | 22:03 | AFP
GALVESTON.- Equipos de rescate iniciaron sus tareas el sábado en la ruta de devastación que dejó "Ike" en Texas, donde el poderoso huracán dejó sin energía a millones de personas y causó daños por al menos 8.000 millones de dólares, aunque según las autoridades "no sucedió lo peor".

La fuerza del huracán llevó una ola de destrucción que abarcó 800 km de la costa sur estadounidense y forzó cortes de producción de petróleo y gas en el Golfo de México.

No obstante, "el peor escenario que se había proyectado en algunas áreas no  ocurrió, particularmente en el canal Houston", declaró el gobernador del estado de Texas (sureste), Rick Perry, aunque aún no se disponía de un balance de  víctimas.

El secretario de Seguridad Nacional, Michael Chertoff, declaró que  informaciones iniciales daban cuenta de algunos muertos.

"Hemos recibido unas primeras informaciones que dan cuenta de algunos muertos (...) pero el balance podría aumentar en las próximas horas, particularmente entre las personas que no evacuaron la zona", declaró el secretario.

Galveston, una pequeña ciudad balnearia ubicada en una isla entre una  laguna y el Golfo de México, con 58.000 habitantes, fue golpeada de pleno por  vientos de más de 200 km/h, y permanece sin electricidad desde el viernes  porque la crecida del agua del mar mezclada con el lodo invadió sus calles.

Postes y palmeras por el suelo, cables eléctricos destruidos, semáforos que colgaban, vidrios quebrados, techos arrancados, barcos en tierra firme: eran  los daños visibles en los barrios situados a pocos metros sobre el nivel del mar.

La alcaldesa de Galveston, Lyda Ann Thomas, ordenó un toque de queda desde  el anochecer al amanecer vigente desde el viernes hasta el lunes. Las  autoridades del balneario temían descubrir numerosas víctimas conforme los  bomberos se adentren en la ciudad.

"Esto resultó fácil hasta ahora", declaró un bombero refugiado en el hotel  más sólido de la ciudad. "Pero juntar los cuerpos será harina de otro costal,  visto el número de llamados que recibimos ayer (viernes), cuando no podíamos ir  a ninguna parte".

"Jamás vi un huracán parecido. La extensión de los daños superará todo lo  imaginable", declaró Diane Thiel, una residente en Galveston, de 62 años.

Unos 2,2 millones de personas fueron evacuadas en Texas y más de 130.000 en  Luisiana, donde el ciclón golpeó ciertas zonas costeras, precisó el secretario  Chertoff.

En Houston (Texas), las cadenas de televisión mostraban el rascacielos más  alto de la ciudad, de 305 metros, con muchas de sus ventanas estalladas.

"Había  muebles volando afuera desde el vigésimo piso", dijo David Foreman al Houston  Chronicle.

"Es una tormenta enorme, que provoca muchos daños, no sólo en Texas sino  también en ciertas partes de Luisiana", declaró el presidente estadounidense,  George W. Bush, desde Washington.

El huracán podría haber provocado daños por entre 8.000 y 18.000 millones de dólares, según calculó la empresa privada Eqecat sobre la base de modelos matemáticos.

La producción de petróleo y gas en el Golfo fue suspendida, aunque el  Departamento de Energía de Estados Unidos indicó que aparentemente "Ike" había  perdonado a la mayoría de las plataformas y equipos.

Se cerraron al menos 13 refinerías, que representan una capacidad combinada  de 3,7 millones de barriles de crudo diario, un quinto de la capacidad de  refinación del país.

En Washington, el presidente George W. Bush tenía previsto reunirse con Chertoff y con David Paulison, el jefe de la FEMA (la agencia federal de  gestión de emergencias), en la mañana del domingo, para planificar los detalles  de la ayuda federal a los gobiernos locales para hacer frente a la crisis.

A las 18:00 horas, tiempo local del sábado, "Ike" fue degradado a tormenta tropical por el  Centro Nacional de Huracanes (NHC) con base en Miami (Florida, sudeste), y la  fuerza de los vientos era ya tan sólo de 95 km por hora.

"Nuestra administración actuó rápidamente", asegura un comunicado leído por  Bush por televisión, en el que explica que había levantado algunas  restricciones para "facilitar las importaciones" de gasolina para que pueda  "llegar al mercado".
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