TEGUCIGALPA.- El hondureño Allan Enrique Dunaway, reconocido activista por los derechos de los enfermos de Sida, murió a causa de ese mal y fue sepultado hoy en San Pedro Sula, norte de Honduras.
La esposa de Dunaway, Rosa González, confirmó a la prensa que su marido falleció anoche, en un hospital privado de San Pedro Sula, donde era atendido desde el pasado miércoles.
Dunaway impulsó la emisión de la ley de protección a los enfermos de Sida y creó la Fundación Llanto, Valor y Esfuerzo (Llaves) para promover la concienciación sobre la enfermedad y los derechos de los portadores del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH).
González recordó que su esposo, quien murió a los 39 años, adquirió el VIH a los 17.
La hija del matrimonio, Keren (13), portadora del virus al igual que su madre, causó mucho impacto en la XVII Conferencia Internacional Sobre el Sida, que se celebró en agosto pasado en México, con un corto y emotivo discurso en el acto inaugural.
"Tengo a mi mamá y a mi papá que también viven con el VIH. Mi papá está padeciendo enfermedades relacionadas al Sida. Está ciego y en silla de ruedas y es muy difícil para mí verlo así”, afirmó la niña en una suerte de manifiesto de la juventud y la niñez que leyó durante la Conferencia.
González comentó a la prensa que su esposo “nunca dudó de que había que darle un rostro al Sida y lo dejó claro desde el inicio (de su activismo), que había que hablar por los que no tenían voz, y a pesar de que era bastante tímido, cuando hablaba sobre el VIH se convertía en súper héroe”.