L’AQUILA, Italia.- Al menos 50 personas murieron, entre estas cuatro niños y varias decenas resultaron heridas el lunes en uno de los peores temblores que han sacudido a Italia en los últimos diez años y que destruyó casas, edificios e iglesias en L’Aquila, al este de Roma.
De acuerdo con el último balance entregado por el ministro del Interior, Roberto Maroni, el número de muertos se elevó a 50. "La máquina de socorros partió un cuarto de hora después del sismo", dijo al defender la reacción de las autoridades. "Más rápido que eso no se podía hacer", insistió al hablar con la prensa tras reunirse con el jefe de Protección Civil, Guido Bertolaso.
El sismo de magnitud 5,8 registrado a las 03.30 locales tuvo su epicentro a 5 km por debajo de L’Aquila, la ciudad más golpeada por el temblor.
"Es una tragedia sin precedentes", afirmó el Jefe de Gobierno italiano Silvio Berlusconi, que anuló un viaje oficial previsto para este mismo día a Rusia y decretó el estado de emergencia.
Muchas personas se encuentran aún bajo los escombros en la ciudad de L’Aquila, ubicada en una de las regiones más montañosas de Italia, donde la gente estaba atemorizada por nuevos temblores.
Las carreteras de la región que llevan a las pequeñas localidades están interrumpidas por los cúmulos de tierra, mientras equipos de rescate y personal de la Protección Civil ya estaban en la zona para buscar sobrevivientes.
Dramáticos testimonios
"Falta un pedazo de pueblo", contó a la emisora RAI1 el reportero Paolo Poggio al llegar a la histórica localidad de Paganica, una de las más destruidas.
"Esto ha sido la Apocalipsis. Se derrumbó el campanario de la Iglesia. De mi apartamento queda sólo la fachada, el resto es el vacío. Perdí a un amigo. Ahora me voy para el campamento que están instalando para los damnificados", declaró a la misma emisora Michele, un joven estudiante.
Según Protección Civil, más de 10.000 viviendas y edificios quedaron inutilizables por el temblor, entre ellos un hotel y la Casa Estudiantes, donde residen cientos de jóvenes de la populosa Universidad de L’Aquila.
El Papa Benedicto XVI manifestó su dolor por las víctimas y "en particular por los niños" que murieron en el sismo.
Berlusconi designó al jefe de Protección Civil, Guido Bertolaso, como coordinador de las
tareas de rescate.
"Habrá numerosas víctimas, muchos heridos y muchas viviendas derrumbadas", advirtió Bertolaso.
El casco histórico de L’Aquila, con numerosas edificios históricos y monumentos artísticos y que en total cuenta con 60.000 habitantes, resultó bastante dañado. La nave de una iglesia se derrumbó, al igual que parte de una residencia estudiantil.
Varios países europeos, entre ellos Rusia, Alemania, Francia y Grecia ofrecieron su ayuda, indicó Agostino Mozzo, portavoz de la Protección Civil.
Varios sismos de magnitud menor fueron registrados durante toda la noche del domingo en toda la península, sobre todo en la región de Marcas y en la costa Adriática.
Italia es uno de los países más expuestos a temblores y sismos por su constitución geofísica y según las autoridades, al menos veinte millones de italianos "están expuestos a riesgo sísmico", según la protección civil.