SYDNEY.- Australia enviará 330 nuevos soldados a Afganistán para garantizar la seguridad durante las próximas elecciones y entrenar a la Policía afgana, anunció hoy el Primer Ministro australiano, Kevin Rudd.
Rudd responde así a la petición que le hizo durante su última visita a Washington, el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para ampliar la ofensiva contra los insurgentes talibanes.
Con unos 1.550 soldados, Australia continuará disponiendo del mayor contingente en Afganistán fuera de la OTAN.
Hace un mes, la mayoría de los australianos mostraron en una encuesta su rechazo a ampliar las fuerzas australianas en el país de Asia Central, incluso si lo reclamaba Obama, después de una racha de varios soldados fallecidos.
Sin embargo, los militares australianos sí creen que hay que aumentar el despliegue de tropas si se quiere ganar la guerra contra los insurgentes.
Hasta la llegada de Obama a la Casa Blanca, Camberra siempre mantuvo que eran los países europeos los que deberían mandar más soldados.
Australia tiene unos 1.200 efectivos desplegados en Afganistán desde 2002, la mayoría de ellos en el sur del país, dentro de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF) y bajo mando de la Alianza Atlántica.
Diez soldados australianos han perdido la vida en casi siete años de misión.