MUNICH.- El presunto criminal de guerra nazi John Demjanjuk, deportado ayer desde Estados Unidos, ingresó hoy en una cárcel de Alemania después de haberse constatado que su estado de salud era "estable", tal como lo informaron las autoridades alemanas.
Poco después de su arribo al aeropuerto de Munich en un avión especial, Demjanjuk, de 89 años y de origen ucraniano, fue trasladado en una ambulancia a la prisión de Stadelheim, donde esperará el inicio del juicio por crímenes de lesa humanidad.
Se trata de uno de los últimos grandes juicios por delitos cometidos durante el régimen nazi y los crímenes cometidos durante la Segunda Guerra Mundial.
La Fiscalía General de Münich acusa a Demjanjuk de complicidad en el asesinato de por lo menos 29.000 judíos mientras trabajó, entre marzo y septiembre de 1943, como guardián en el campo de concentración y de exterminio de Sobibor, en la Polonia ocupada por los nazis alemanes.
Demjanjuk colaboró, afirman testigos y sostiene la fiscalía, a llevar a las cámaras de gas a miles de personas. El acusado rechaza los cargos y afirma no ser la persona buscada.
El Consejo de la Comunidad Judía de Alemania exigió un rápido inicio del juicio. Charlotte Knobloch, la presidenta del colectivo, dijo que se trata de "una carrera contra el tiempo".
El fiscal Anton Winkler señaló hoy que la acusación formal será presentada en poco tiempo, siempre y cuando Demjanjuk "no presente evidencias fuertes que lo puedan exculpar".
Está previsto que el juicio al presunto criminal de guerra se lleve a cabo en Munich porque es la última ciudad alemana que pisó Demjanjuk, antes de trasladarse a Estados Unidos en 1952.
En la cárcel de Stadelheim, el acusado compartirá con un hombre en silla de ruedas una celda de unos 20 metros cuadrados en la sección de enfermería. Jochen Menzel, el subdirector del centro penitenciario, dijo que el estado de salud del octogenario es "estable" y que solicitó una comida ligera que no afecte su cuadro de diabetes.