COLOMBO.- El Ejército de Sri Lanka dio por finalizada la guerra que libra contra la insurgencia tamil desde hace 26 años, después de que se anunciara hoy la muerte del principal líder rebelde en los combates.
"Hemos cumplido nuestra tarea: liberar el norte y el este de terroristas", señaló en la televisión estatal el Jefe del Ejército, Sarath Fonseka. "La misión que nos confió el Presidente Mahinda Rajapakse ha concluido", agregó.
"La resistencia ha sido eliminada", coincidió el secretario de Estado, Palitha Kohona, en declaraciones a la televisión india NDTV.
El anuncio tuvo lugar horas después de que la televisión estatal informara que el cofundador y líder de los Tigres de Liberación de Tamil Eelam (LTTE), Velupillai Prabhakaran, fue ultimado por el Ejército.
Según esa fuente, los soldados también mataron a su lugarteniente, Puttu Amman, y a Sooai, el líder de los Sea Tigers, la división naval de la LTTE. El Ministerio de Defensa en Colombo identificó a otros 18 dirigentes muertos, entre ellos el hijo mayor de Prabhakaran, Charles Anthony.
En una breve ceremonia emitida en vivo, los principales comandantes del Ejército se reunieron con el Presidente Rajapakse para comunicarle el fin de sus operaciones.
Al conocerse la noticia, las calles de varias ciudades se llenaron de gente celebrando el fin de la guerra con petardos y banderas del país.
El Gobierno pidió en un comunicado que se cuelgue la insignia nacional en todas las viviendas y edificios públicos "como señal de la victoria lograda por las fuerzas de seguridad contra el terrorismo y como tributo a los heroicos soldados que sacrificaron la vida por la nación".
Oficialmente, sin embargo, el Ejército de Sri Lanka aún no ha confirmado la muerte de Prabhakaran a la espera de tener los resultados de una prueba de ADN. El fin de la ofensiva se producirá después de que Rajapaksa se dirija mañana a la nación desde el Parlamento para declarar el fin de los combates.
Prabhakaran fue cofundador de los LTTE en 1976. Desde el primer atentado en 1983, el líder encabezó con dureza implacable la lucha armada del grupo por instaurar un Estado propio para la minoría tamil en el norte y noreste de la isla.
Tras casi 26 años de guerra y cerca de 80.000 víctimas, el Ejército venía estrechando en las últimas semanas el cerco de los rebeldes en una franja costera del norte del país. Ayer, los LTTE anunciaron que deponían las armas.
Según fuentes militares, Prabhakaran intentaba abandonar la zona de combate en una ambulancia cuando fue ultimado por una unidad especial del Ejército. Las fuerzas de seguridad destruyeron un segundo vehículo con otros líderes tamiles.
Un portavoz militar señaló que los insurgentes están ahora cercados en un área de 1.000 metros cuadrados, donde son protegidos por unos 200 combatientes.