LE BOURGET.- La Oficina de Investigación y Análisis (BEA) francesa, a cargo de la investigación sobre la desaparición del Airbus 330 de Air France con 228 personas a bordo, declaró el miércoles que "no es muy optimista" sobre la posibilidad de encontrar las cajas negras.
"No se puede excluir el hecho que no se pudiese encontrar nunca los registradores", declaró el director de la BEA, Paul Louis Arslanian, durante la conferencia de prensa.
Recordó también que los registradores de vuelo, o cajas negras, se encontraban sin duda en un lugar "profundo y montañoso" en el fondo del Océano Atlantico.
"No es la única herramienta", agregó antes de precisar que en casis anteriores "ya se ha trabajado sin registrador de vuelo".
No obstante, precisó que las cajas negras son un "un medio precioso para las investigaciones".
Si se las encuestra y a condición que estén en buen estado, permitirían "tener muchas más informaciones" e ir "probablemente mucho más lejos", aseguró el responsable de la BEA.
Llamadas cajas negras, los dos registradores de vuelo, son en realidad de color naranja, se encuentran a bordo de todos los aviones civiles y contienen informaciones sobre la trayectoria, la velocidad, la altura del vuelo y también las conversaciones en la cabina de pilotaje.
Poco antes, el responsable indicó que la Oficina de Investigación y Análisis quiere "tratar de publicar un primer informe a fines de junio".
Las autoridades francesas y brasileñas confirmaron el miércoles que restos de un avión descubierto el martes por la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) a unos 1.000 km de las costas de Brasil y a 2.000 de las costas de Senegal, provenían del vuelo AF447 de Air France.
Ese Airbus 330 de Air France que había despegado de Rio de Janeiro el domingo, y debía aterrizar el lunes en París, desapareció en el Atlántico con 228 personas a bordo, entre éstas 72 franceses, 59 brasileños, dos españoles y un argentino.