LIMA.- Los indígenas y la Defensoría del Pueblo del Perú presentaron hoy cifras discrepantes sobre el número de civiles muertos en los enfrentamientos del viernes en la Amazonía, mientras que del lado de la Policía se confirmó que son 23 los fallecidos.
La defensora del pueblo, Beatriz Merino, dijo hoy desde la zona que funcionarios de su institución sólo constataron hasta ahora la presencia de nueve cadáveres de civiles, entre indígenas y mestizos que los apoyaban, cifra que coincide con la admitida por el gobierno.
"Nosotros siempre tenemos un compromiso con la verdad", señaló Merino, cuya institución goza de amplia credibilidad en la materia.
No obstante, Champion Nonimgo, quien asumió el liderazgo de los indígenas amazónicos desde que Alberto Pizango pasó a la clandestinidad, insistió hoy en la radio RPP en que según los datos que le llegan de la zona son más de 40 los nativos muertos.
Nonimgo insistió en la versión de que esos cadáveres no aparecen porque los militares y policías los arrojaron a ríos o incineraron, aunque reconoció que esos relatos tendrán que ser corroborados.
Entretanto, el director nacional de la Policía, general José Sánchez Farfán, confirmó que 13 miembros de su institución murieron directamente en la zona Reposo, donde se produjeron los choques, y diez fueron asesinados tras ser secuestrados en un campo petrolero.
Sánchez Farfán dijo que tras secuestrar a 38 policías, los nativos se llevaron a 18 a un lugar distinto, les ataron las manos a las espaldas y les dispararon a sangre fría. Ocho lograron huir en medio de la confusión, pero los restantes fallecieron.
Los policías no trasladados del campo petrolero fueron rescatados después sin resistencias por militares. Además, luego aparecieron cinco de los ochos agentes que escaparon de la matanza, pero de los tres restantes se ignora hasta hoy su suerte.
Los sucesos, de los que las partes se acusan mutuamente, se desataron cuando los policías intentaron recuperar un tramo de carretera bloqueado cerca a la ciudad de Bagua, departamento Amazonas, en el día 57 de una huelga de los indígenas de la selva en demanda de que se deroguen decretos que consideran perjudiciales.