Mandatario Lee Myung-bak (der.) junto a la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton.
AFPWASHINGTON.- El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunirá hoy con su colega surcoreano, Lee Myung-bak, con quien abordará el desafío nuclear de Pyongyang, que ha amenazado con seguir con su programa tras la última ronda de sanciones de la ONU.
El Mandatario surcoreano se entrevistará con su par norteamericano después de haberse juntado ayer, lunes, a última hora de la tarde con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, en Blair House, la residencia de invitados oficiales del Gobierno, situada justo enfrente de la Casa Blanca.
La reunión entre Obama y Lee Myung-bak es la segunda que ambos mantendrán después de la celebrada en el marco de la cumbre del G20 en abril, en Londres.
Los dos líderes se entrevistarán luego de que el sábado Corea del Norte amenazara con mantener su programa nuclear en respuesta a la última resolución de la ONU, que impone sanciones más firmes contra el régimen de Kim Jong-il, por su segundo ensayo nuclear y el lanzamiento de misiles balísticos realizados desde el 25 de mayo.
La resolución impone nuevas sanciones al régimen comunista de Pyongyang, incluidas de carácter económico, así como de prohibición de importación de armas, y permite la inspección de los barcos y aviones sospechosos de transportar armamento tanto en alta mar como en los puertos.
Un día después de la aprobación en Nueva York de la nueva ronda de sanciones, Corea del Norte dijo que “nunca” abandonará su programa nuclear y amenazó con una acción militar.
El país comunista afirmó que el proceso de enriquecimiento de uranio está “en fase de experimentación” y que usará el plutonio que almacena para construir armas nucleares.
La visita de Lee Myung-bak responde al objetivo de su Gobierno de reafirmar su alianza con EE.UU. y la posición común frente a la amenaza nuclear de Pyongyang.
Se prevé que Obama reitere su respaldo a Corea del Sur ante las reiteradas amenazas lanzadas por Corea del Norte.
La península coreana vive una de las mayores crisis desde el fin de la Guerra de Corea (1950-1953) por la nueva amenaza nuclear norcoreana, una tensión que ha ido creciendo desde que el país comunista efectuó su segundo ensayo nuclear tras el realizado en 2006.