MANILA.- Miles de Filipinos asistieron el domingo al velorio de la ex Presidenta de Filipinas Corazón Aquino y algunos pidieron que se preserve su legado al proteger la democracia que ayudó a instalar hace 23 años.
Los filipinos son sensibles ante cualquier intento de regresar a un régimen autoritario desde que Aquino y el cardenal católico Jaime Sin encabezaron una protesta en 1986 para derrocar al dictador Ferdinand Marcos.
Entre otros, el activista democrático Jose Olazo llevó a su nieto de un año al velorio. El hombre de 53 años lloró ante el ataúd con el cuerpo de Aquino, que tenía un vestido amarillo, símbolo de la revuelta contra Marcos.
Olazo pidió que se preserve la democracia que ella ayudó a implantar. "El pertenece a la próxima generación de manifestantes", dijo Olazo al señalar a su nieto.
Como Olazo, miles de filipinos hicieron filas durante horas para despedirse de Aquino, quien fue velada en el estadio de una universidad de Manila.
Su ataúd estaba rodeado de rosas amarillas y orquídeas. La viuda de Marcos, Imelda, y el ex Presidente Joseph Estrada también expresaron su pesar.
Aquino ayudó a deponer a Estrada por supuesta corrupción en una segunda revuelta "popular" en 2001, pero los dos se reconciliaron hace pocos años.
Estrada acudió al velorio con su familia.El papa Benedicto XVI le envió sus condolencias a la familia de Aquino, recordando su "valiente compromiso" por mantener en libertad a los filipinos, dijo el arzobispo de Manila, cardenal Gaudencio Rosales.