ZAMBOANGA, Filipinas.- Ocho soldados filipinos y cinco presuntos miembros de Abu Sayyaf perdieron la vida después de que la guerrilla islámica tendiera una nueva emboscada a las tropas en el sur del archipiélago.
La celada ocurrió en las junglas de la isla de Joló, poco después de que el Ejército capturara una base de la organización extremista, según el teniente coronel Romeo Brawner.
Una decena de tropas y varios rebeldes también resultaron heridos durante el tiroteo. Los militares peinan la isla en busca de Isnilon Hapilon, Albader Parad y Umbra Jumdail, miembros de la dirección de Abu Sayyaf por cuya captura ofrece una recompensa Estados Unidos, que les acusa de haber perpetrado varios atentados contra sus connacionales.
Fundada en 1991 por ex combatientes de la guerra de Afganistán contra la Unión Soviética, la guerrilla lucha por establecer un nuevo régimen islámico en el sur de Filipinas, dominado por sultanatos musulmanes malayos hasta la llegada de los colonizadores españoles.
Abu Sayyaf tiene lazos con la Yemaa Islamiya, el brazo de Al Qaeda en el sudeste asiático y se le atribuyen varios de los ataques más sangrientos de la última década y un sinfín de secuestros de locales y extranjeros.
