WASHINGTON.- El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, instó hoy a los demócratas en la Cámara de Representantes a aprobar una extensa reforma al sistema de salud, mientras se preparan para una cerrada votación sobre los mayores cambios en el sector en cuatro décadas.
Los líderes demócratas de la Cámara dijeron que están confiados en que lograrán los 218 votos necesarios para su aprobación.
"Ahora es el momento de terminar el trabajo", sentenció Obama tras conversar con congresistas demócratas en el Capitolio.
"Insto a los miembros del Congreso a estar a la altura de este momento, a dar respuesta al llamado de la historia y votar a favor de la reforma", dijo el Mandatario estadounidense.
Tras la reunión privada con el Presidente, la portavoz de la Cámara, Nancy Pelosi, prometió que se aprobará la reforma.
Los demócratas dijeron que Obama enfatizó la necesidad urgente e histórica de una ley de salud que lleve un estricto control sobre los costos y extienda la cobertura a millones de estadounidenses sin seguro.
"Esperamos que la energía que trajo al debate sea de ayuda para nosotros en la pista", manifestó el representante James Clyburn.
La votación sobre la enmienda agrega un nuevo elemento de incertidumbre tras días de fervientes negociaciones e intenso lobby.
El proyecto de reforma, la prioridad principal de Obama, llevaría a los mayores cambios de política sanitaria que afectarían al sector de servicios de salud de Estados Unidos, de 2,5 billones de dólares, desde la creación del programa Medicare para los ancianos en 1965.
Votación crítica
Los republicanos de la Cámara están unidos y se oponen a la medida, descontentos con lo que costará, con los nuevos impuestos sobre la riqueza y porque la consideran una interferencia del Gobierno en el mercado asegurador privado.
La votación representa un riesgo para Obama y los demócratas que controlan el Congreso. Una victoria en la Cámara sería un enorme paso hacia la reestructuración, cambiando la atención al Senado, que está preparando su propia versión.
Si la Cámara, controlada por los demócratas, no logra aprobar la medida, sería un duro golpe político para Obama. Los demócratas pueden permitirse perder a 40 de sus 258 miembros en la votación de la reforma, pero la posibilidad de disidencia en el tema es mayor.
A los republicanos de la Cámara se les dará una votación sobre su plan de salud alternativo antes del debate del proyecto demócrata. La propuesta republicana es mucho más pequeña y se centra en controlar costos y reducir los juicios por mala praxis médica.