SEÚL.- Después del reciente intercambio de disparos entre barcos de la Marina de Corea del Norte y Corea del Sur, en la frontera del mar Amarillo, el gobierno de Pyongyang acusó a su vecino del sur de ser autor de un "complot" en su contra, según informa hoy la prensa oficial del país comunista.
El incidente tenía por finalidad minar los esfuerzos en pos de un diálogo y aumentar la tensión en la península coreana, publica el diario norcoreano "Rodong Sinmun", citado por medios surcoreanos. "Las Fuerzas Armadas surcoreanas tendrán que pagar caro su provocación", añadió el periódico.
El intercambio de disparos que tuvo lugar hace dos días "no fue ningún incidente simple y casual, sino una provocación intencionada y planificada de los militares surcoreanos".
El martes, un barco patrullero norcoreano intercambió disparos con otro surcoreano, cuando el primero cruzó la línea fronteriza entre ambos países en el mar Amarillo. Esta frontera no es reconocida por el país comunista.
Según la agencia de noticias surcoreana Yonhap, el barco del país comunista sufríó daños importantes. Corea del Norte señaló que hubo un muerto y tres heridos entre sus marinos, según esta misma agencia, citando informaciones de un oficial del Ejército surcoreano.
El incidente sucedió unos días antes de que el Presidente estadounidense, Barack Obama, visite por primera vez Asia. Está previsto que Obama se reúna el 19 de noviembre con su homólogo surcoreano, Lee Myung Bak.
Se espera que el programa de armas nucleares de Pyongyang sea puesto otra vez sobre la mesa de las conversaciones.
Ayer, la secretaria de Estado norteamericano, Hillary Clinton, dijo que el incidente naval no tendría por qué afectar a la decisión de Washington de enviar un representante especial al país comunista. El embajador Stephen Bosworth podría visitar Pyongyang "en un futuro cercano", dijo Clinton.