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Santiago: Sábado 23 de noviembre del 2024 | Actualizado 07:24
BUENOS AIRES.- El sector rural argentino, acompañado por empresarios y gran parte de la oposición, realizó un multitudinario acto el jueves contra las políticas agrarias del Gobierno, con el que los productores mantienen una dura disputa por las intervenciones oficiales en los mercados.
La protesta, que tuvo lugar en el centro de Buenos Aires, fue convocada para apoyar la renovación de diputados y senadores en el Congreso, en el que el oficialismo perdió su hegemonía absoluta tras la derrota electoral sufrida a mitad de año.
El nuevo Congreso contará ahora entre sus legisladores con dirigentes rurales que buscarán impulsar beneficios para el sector y reducir los impuestos a las exportaciones de granos, que son muy resistidos por los productores de un país que se encuentra entre los mayores proveedores mundiales de alimentos.
"Tenemos que lograr atenuar el daño que el Gobierno es capaz de hacer en estos dos años" que restan de la gestión de la Presidenta Cristina Fernández, afirmó durante el acto Hugo Biolcati, presidente de la poderosa Sociedad Rural Argentina, una de las cuatro entidades en pugna con el Gobierno.
"Más que un día de reclamos es un día de esperanza ante la apertura de este nuevo período legislativo, de esperanza de ir avanzando hacia un país normal", añadió.
La televisión local mostró a miles de manifestantes en una de las principales avenidas de Buenos Aires, donde se montó un escenario desde el que hablaron también líderes religiosos.
La dirigencia rural llegó al acto después de una grave sequía que derrumbó la producción agraria en el 2009 y puso en jaque a muchos chacareros de pequeña escala.
El año pasado, un intento de Fernández por subir las tasas a las exportaciones (llamadas "retenciones") disparó un extenso conflicto, con huelgas rurales y bloqueos de rutas, que afectó la marcha de la economía argentina y llevó al Gobierno a una crisis política.
La disputa paralizó las ventas externas de granos de Argentina e hizo subir los precios en los mercados agrícolas internacionales.
La Presidenta argumenta que los impuestos a las exportaciones sirven para distribuir la riqueza del sector agropecuario entre la población más pobre del país, pero los chacareros señalan que el Gobierno utiliza los fondos en beneficio propio, perjudicando la rentabilidad rural.
Si bien Fernández finalmente desistió del alza impositiva en 2008, el sector aspira ahora a que el Congreso recorte los impuestos a los granos, que considera demasiado elevados.
Sin embargo, el Gobierno contará, pese a la derrota electoral, con un amplio bloque de legisladores que hará muy difícil que avancen las iniciativas impulsadas por los representantes rurales y por la oposición.
