DUBLÍN.- El Papa Benedicto XVI aceptó la dimisión del obispo de Limerick (oeste de Irlanda), Donal Murray, quien abandona el cargo por su actuación en los casos de abusos sexuales cometidos contra menores por sacerdotes católicos en la arquidiócesis de Dublín.
Así lo confirmó hoy un breve comunicado emitido por la Conferencia Episcopal Irlandesa, después de que el prelado pasara dos semanas en Roma revisando su posición.
Murray viajó a principios de este mes a la capital italiana para afrontar en el Vaticano las consecuencias del "Informe Murphy", que reveló los mecanismos seguidos durante décadas por la Iglesia Católica irlandesa para ocultar, en connivencia con el Estado, los citados abusos.
El texto acusaba al obispo de ignorar y ocultar denuncias de abusos sexuales cometidos durante el ejercicio de su ministerio en Dublín.
Murray tiene previsto dirigirse hoy durante una misa a su congregación en Limerick para explicar los motivos de su decisión.
Según los expertos, ésta puede ser la primera de otras dimisiones entre la jerarquía de la Iglesia Católica en Irlanda, seriamente dañada por una serie de casos de abusos sexuales en varias diócesis de la isla.
El Gobierno, que ha prometido trabajar para llevar ante la Justicia a los sacerdotes pederastas y a los encubridores, había lamentado la falta de cualquier reacción en este sentido entre los dirigentes católicos de Irlanda.
El Ejecutivo también ha criticado la negativa de la Santa Sede a colaborar con la comisión que investigó los casos de abusos en la arquidiócesis de Dublín, a pesar de que aquella lo solicitó por escrito en 2006 a la Congregación para la Doctrina de la Fe, institución que presidió el propio Papa, entonces cardenal Joseph Ratzinger.