TAIPEI.- La reconciliación entre Taiwán y China no será posible a menos que Pekín retire los más de mil misiles que apuntan a la isla, dijo hoy la encargada de la política taiwanesa hacia China, Lai Shin-yuan.
Lai, ministra del Consejo de Asuntos Chinos, pronunció estas palabras frente al emisario chino Chen Yunlin, en un encuentro a puerta cerrada en un hotel de la ciudad Taichung, según indicó hoy el "Diario Unido" ("Lienhe Bao") que cita fuentes presentes en la reunión.
"Los misiles chinos que apuntan a Taiwán y todo el rearme militar de China hacen que los taiwaneses se sientan muy incómodos y esto produce rechazo", dijo Lai, según el diario isleño, que mantiene estrechos lazos con el gobernante Partido Kuomintang.
La ministra taiwanesa también señaló, ante Chen, que las tácticas de supresión internacional de China hacia la isla, a nivel gubernamental y no gubernamental, hieren la dignidad isleña y tienen efectos muy negativos en los lazos.
Los grupos chinos que ingresan en organismos no gubernamentales obligan a que los taiwaneses cambien el nombre, incluso cuando el grupo taiwanés lleva muchos años en la ONG.
A nivel gubernamental, donde el cerco chino es absoluto, Lai expresó el deseo de que China permita que la isla ingrese en otros organismos además de la Organización Mundial de la Salud, para mostrar su buena voluntad.
Chen respondió en general a todas las peticiones de Lai con un "se tardará un tiempo en resolver estos asuntos,” según dice el diario isleño.
"Ha surgido un impulso hacia el desarrollo pacífico a través del Estrecho de Formosa. Ambas partes necesitan esforzarse para mantener este impulso", agregó el emisario chino.
Chen, quien firmó ayer tres acuerdos con su homólogo taiwanés Chiang Ping-kun, presidente de la Fundación Intercambios del Estrecho, en la Cuarta Ronda de Negociaciones entre Taiwán y China, afrontó hoy numerosas protestas de grupos religiosos e independentistas.
En las afueras del hotel, donde se reunió con Lai y asistió a un seminario de inversiones en China, algunos independentistas le increparon ante la supresión china del espacio internacional de Taiwán y los misiles que apuntan a la isla.
"Lo seguiremos dondequiera que vaya,” anunció hoy a la prensa el portavoz de Formosanos por la Independencia, Philip Wu, dispuesto a desafiar la fuerte protección policial que acompaña a Chen.
El grupo religioso Falun Gong organizó una protesta a la llegada de Chen a un centro turístico en la ciudad de Miaolí, con gritos en contra de la supresión de la libertad religiosa en China.
En su anterior visita a la isla, en noviembre de 2008, para la Segunda Ronda de Negociaciones, se produjeron virulentas protestas y enfrentamientos entre manifestantes y policías.
El presidente taiwanés, Ma Ying-jeou, ha lanzado una campaña de distensión y acercamiento económico a China, pero la oposición teme que Pekín utilice los lazos económicos para domeñar políticamente a la isla.
Taiwán y China se gobiernan separadamente desde el final de la guerra civil en 1949 tras la que el Gobierno Nacionalista se refugió en la isla al ser derrotado por los comunistas.
China considera a Taiwán parte de su territorio y no ha renunciado al uso de la fuerza para lograr la unión.