Eduardo Duhalde estuvo en el poder entre el 2002 y 2003, antes de ser sucedido por Néstor Kirchner.
Reuters
BUENOS AIRES.- El ex mandatario argentino Eduardo Duhalde (de tendencia peronista, en el poder entre 2002 y 2003) defendió hoy su decisión de lanzar anticipadamente su candidatura para las presidenciales de 2011, fuertemente criticada por peronistas oficialistas y disidentes, entre los que hay varios presidenciables.
"Es indispensable dar la pelea. Acá los partidos políticos no funcionan, lo que toca (el ex presidente Néstor) Kirchner no funciona", declaró Duhalde a radio América.
Duhalde se anticipó a todos al anunciar por televisión su postulación para las próximas elecciones presidenciales, como opositor a la presidenta Cristina Kirchner y su esposo, el ex mandatario Néstor Kirchner (2003-2007), quien podría sera candidato por el oficialismo.
"Voy a trabajar para que nunca más Néstor Kirchner sea dirigente, por lo menos en mi provincia" (de Buenos Aires, el mayor distrito electoral), había dicho Duhalde al candidatearse, sin disimular rencor contra su sucesor, oriundo de la lejana provincia de Santa Cruz.
Duhalde manifestó su intención de recuperar también la conducción del Partido Justicialista (peronismo), el mayor movimiento político del país que condujo Néstor Kirchner hasta las pasadas elecciones legislativas de junio, cuando presentó una renuncia que fue rechazada por el consejo del peronismo en noviembre.
El lanzamiento de Duhalde, quien en 2003 había anunciado su retiro de la política, generó el rechazo de otros peronistas disidentes que se consideran presidenciables, como el legislador Felipe Solá y el gobernador de Chubut, Mario Das Neves.
"Es un retroceso plantear el escenario del justicialismo entre Duhalde y Kirchner (...). Es una pelea entre personas irresponsables", dijo Das Neves en un comunicado al considerar "prematura" la postulación.
Duhalde es un peronista ortodoxo, pragmático nacionalista y a la vez liberal, que fue vicepresidente de Carlos Menem (1989-1999) y mandatario elegido por el Congreso en la peor crisis de la historia del país en 2002 y entregó el mando en mayo de 2003 a Kirchner, luego su acérrimo rival.
Su figura volvió al ruedo político tras las pasadas legislativas cuando Néstor Kirchner fue electo diputado por la provincia de Buenos Aires, pero perdió a manos de una alianza de peronistas de derecha y neoliberales, hasta ahora aliados de Duhalde.