BUENOS AIRES.- Las autoridades argentinas localizaron en los últimos días a al menos 500 campesinos que realizaban trabajos en calidad de esclavos en los campos de soja y maíz, en la pampa húmeda del país, informó este sábado el ministerio federal de Trabajo.
El último operativo judicial permitió localizar el viernes a unos 276 campesinos que realizaban tareas en condiciones de "reducción a la servidumbre", en tres explotaciones agrícolas en la provincia de Buenos Aires, el corazón de la pampa húmeda, indicó el organismo estatal.
En el mayor establecimiento rural de los tres detectados, de la compañía Status Ager, situado cerca de la localidad de Ramallo (195 km al norte), unos 150 campesinos, incluidos nueve menores, "estaban reducidos a la servidumbre" y vivían "en casillas de chapa a pleno sol, sin instalaciones eléctricas ni elementos de seguridad", detalló el ministerio.
Los inspectores encontraron comida en mal estado en una jaula para guardar carne vacuna, que estaba colgada "por encima de recipientes para fumigación".
Los restantes 126 peones rurales fueron hallados en otros dos campos de la pampa húmeda, en condiciones laborales similares.
A los jornaleros les habían prometido una paga de 2.700 pesos (675 dólares) por héctarea desflorada pero, al llegar a los campos, esa cifra se redujo a 1.300 pesos (325 dólares), aunque también les descontaban la comida, según denunciaron.
La mayoría de los campesinos eran originarios de las norteñas provincias de Santiago del Estero y Tucumán.
Status Ager es productora de semillas de soja y maíz y sus cultivos abarcan 6.500 hectáreas que exporta a Europa, Estados Unidos y Canadá, según su página web.
Argentina es el tercer exportador mundial de soja (le reporta unos 6.000 millones de dólares anuales), el segundo de maíz y el cuarto de trigo.
La soja, cuyos cultivos abarcan unos 18 millones de hectáreas, es a la vez el principal producto de exportación de Argentina.